viernes, 21 de mayo de 2010
LA LASTRA
-¡Uf! Que semanita, paisano. Osté no me crerá, pero me da a mí un no sé qué, er trago que’stará pasando Sapatero. Los funsionarios, no’stán pos la labós.
-Jeso, entra’n er suerdo, Curro, pos no ses precavido, hasiendo la cama con tiempo.
-Curro, pues yo estoy con usted; abucheos e insultos, no tendría porqué aguantarlos. ZP, se podrá equivocar, pero la crisis a él le terminará afectando a la salud, aunque no la haya provocado; o, ustedes, no ven que se está quedando en las guías.
-Rafalita, es que’r marrón no sólo l’está afestando a és; To’r PSOE va pagás un costo elestorás, que no s’esperaban. Ya veremos, porque’sto no es lo peós; la Unión Europea tié un problema que resorver con la joven moneda que tenemos. Por c’hay quien piensa, que lo mejós es dejáslo bajás, p’atraés ar omnipotente Mercao.
-A mí, paisano, se m’antoja que’sto de la UE, va tenés sus complicasiones.
Somos muchos sosios con distintos intereses.
-Desde luego, mientras no se’splique bien lo que queremos, con sus muchas ventajas, aunque también inconvenientes, y se’scuche a los más necesitaos, Curro, la presensia en er mundo de una Europa unida y fuerte, será una utopía.
-Yo no lo veo claro, aunque m’hijos lo prefieren por aquello de que sin fronteras er mercao s’ensacha, de cara a los negosios.
-No v’usté , Curro, que los primeros en moverse pa implantás ese Mercao, llamado Común europeo, fueron los dueños der dinero, pa podés invertís en er país que más seguridá ofresiera a sus capitales, y mayores benefisios. ¡Aquí er más tonto jase relojes!
-Sí, pero’ntonses no había problemas de moneda, paisano.
-¡Toma! Como que con jesas, er ancho er embudo: la parte ancha y magra, pa m’interés, y lo’strecho y angosto, pa la plebe. No, Curro, ahí hubo voses que protestaron y no transigieron, sin antes avansar para benefisio de tós. De ahí, desechás er Mercao de lo’speculadores, pa pasás a un Mercao de todos para todos. Dinero sí, pero junto ar trabajo, y tós los benefisios sosiales más avansaos que ya’sistían an algunos países.
-¡Y ya v’osté, como mos va!
-Hast’ahora nos ha ido bien; claro que con muchos inconvenientes por no consesuar más las políticas particulares; ya grasias a la crisis, se’stán poniendo remedios. Es desís, una puesta en común y apunto, de tós los Banco sentrales, pa respardás ar Euro.
-Pos, cuanto a las obligasiones laborales, la nesesaria reforma no llega.
-Jeso, tenemos c’admitís, es un hueso duro de roer, Curro, porque después de tanta sangre, sudós, y lágrimas pa que los currelantes tuvieran unas contraprestaciones disnas, por su trabajo, ahora, ís p’atrás, no v’hasés fásil pa nadie.
-Pae, pos con la que’stá cayendo, no sé cómo v’ahorrás Setapé los quinse mir millones.
-Hombre, to no es tan malo. Argunos sisnos son esperansadores; er caso der mes d’Abrís, con un sisnificativo aumento de artas por parte de l’autónomos. En cuanto ar plan d’ahorro de Sapatero, si se planteara combatís er enorme fraude fiscás que padesemos, doblaría la sifra que ha comprometido en la Unión.
-Paisano, y jes’osté, cómo lo sabe.
-Curro, er diario lo publicó jase unos días. Es más, ni le dig’usté la astronómica cantidá que se recaudaría, sacando a la lus la economía sumergida y er dinero negro. En billetes de quinientos euros, escondíos, se carcula en España, más de sincuenta mir millones.
-Osté no s’entera, y se lo cré to porque lo diga’r diario.
-Y usté chochea con jesa monomanía suya, sin considerás que son rasonamientos que to’r mundo entiende.
-Pos a mí no se m’escapa que, si vivimos en una economía libre de mercao, no se pué perseguís a los inversores, pae.
-Pero, a lo’speculadores cambiásle’r paso, controlándolos, con unos impuestos que en justisia equilibren los costos que quiere imponés la tiranía de los llamados “mercaos”.
-Jeso no lo veremos, paisano. En to caso, yo, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo… ¡Ah¡, y mi paseíto por la feria, que’mpiesa esta noche.
-Jeso, entra’n er suerdo, Curro, pos no ses precavido, hasiendo la cama con tiempo.
-Curro, pues yo estoy con usted; abucheos e insultos, no tendría porqué aguantarlos. ZP, se podrá equivocar, pero la crisis a él le terminará afectando a la salud, aunque no la haya provocado; o, ustedes, no ven que se está quedando en las guías.
-Rafalita, es que’r marrón no sólo l’está afestando a és; To’r PSOE va pagás un costo elestorás, que no s’esperaban. Ya veremos, porque’sto no es lo peós; la Unión Europea tié un problema que resorver con la joven moneda que tenemos. Por c’hay quien piensa, que lo mejós es dejáslo bajás, p’atraés ar omnipotente Mercao.
-A mí, paisano, se m’antoja que’sto de la UE, va tenés sus complicasiones.
Somos muchos sosios con distintos intereses.
-Desde luego, mientras no se’splique bien lo que queremos, con sus muchas ventajas, aunque también inconvenientes, y se’scuche a los más necesitaos, Curro, la presensia en er mundo de una Europa unida y fuerte, será una utopía.
-Yo no lo veo claro, aunque m’hijos lo prefieren por aquello de que sin fronteras er mercao s’ensacha, de cara a los negosios.
-No v’usté , Curro, que los primeros en moverse pa implantás ese Mercao, llamado Común europeo, fueron los dueños der dinero, pa podés invertís en er país que más seguridá ofresiera a sus capitales, y mayores benefisios. ¡Aquí er más tonto jase relojes!
-Sí, pero’ntonses no había problemas de moneda, paisano.
-¡Toma! Como que con jesas, er ancho er embudo: la parte ancha y magra, pa m’interés, y lo’strecho y angosto, pa la plebe. No, Curro, ahí hubo voses que protestaron y no transigieron, sin antes avansar para benefisio de tós. De ahí, desechás er Mercao de lo’speculadores, pa pasás a un Mercao de todos para todos. Dinero sí, pero junto ar trabajo, y tós los benefisios sosiales más avansaos que ya’sistían an algunos países.
-¡Y ya v’osté, como mos va!
-Hast’ahora nos ha ido bien; claro que con muchos inconvenientes por no consesuar más las políticas particulares; ya grasias a la crisis, se’stán poniendo remedios. Es desís, una puesta en común y apunto, de tós los Banco sentrales, pa respardás ar Euro.
-Pos, cuanto a las obligasiones laborales, la nesesaria reforma no llega.
-Jeso, tenemos c’admitís, es un hueso duro de roer, Curro, porque después de tanta sangre, sudós, y lágrimas pa que los currelantes tuvieran unas contraprestaciones disnas, por su trabajo, ahora, ís p’atrás, no v’hasés fásil pa nadie.
-Pae, pos con la que’stá cayendo, no sé cómo v’ahorrás Setapé los quinse mir millones.
-Hombre, to no es tan malo. Argunos sisnos son esperansadores; er caso der mes d’Abrís, con un sisnificativo aumento de artas por parte de l’autónomos. En cuanto ar plan d’ahorro de Sapatero, si se planteara combatís er enorme fraude fiscás que padesemos, doblaría la sifra que ha comprometido en la Unión.
-Paisano, y jes’osté, cómo lo sabe.
-Curro, er diario lo publicó jase unos días. Es más, ni le dig’usté la astronómica cantidá que se recaudaría, sacando a la lus la economía sumergida y er dinero negro. En billetes de quinientos euros, escondíos, se carcula en España, más de sincuenta mir millones.
-Osté no s’entera, y se lo cré to porque lo diga’r diario.
-Y usté chochea con jesa monomanía suya, sin considerás que son rasonamientos que to’r mundo entiende.
-Pos a mí no se m’escapa que, si vivimos en una economía libre de mercao, no se pué perseguís a los inversores, pae.
-Pero, a lo’speculadores cambiásle’r paso, controlándolos, con unos impuestos que en justisia equilibren los costos que quiere imponés la tiranía de los llamados “mercaos”.
-Jeso no lo veremos, paisano. En to caso, yo, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo… ¡Ah¡, y mi paseíto por la feria, que’mpiesa esta noche.
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