martes, 28 de diciembre de 2010

LA LASTRA

-Curro, ya tenemos otr’año volteao.
-¿Se va quedás, osté, aquí, jasta que pasen las fiestas?
-Bueno, este fin de semana pasado sí, y er que viene también. Los días intermedio’staremos en l’asituna, sorteando barros.
-¿Y si’r agua desidiera paráse ya, jasta la primavera, paisano? C’hay que vés, er temporás la que mo’stá liando.
-Un auténtico desmadre; aunque’n argunos sitios peós que’n otros.
-Aquí’n la capitás, otra ves las inundasiones, con er Guardarquivís llevándose p’alante lo c’ha podío.
-Se nos junta to, pae. Jasta'r Sandokán, por si fartaba arguno, Curro.
-Paisano, jese’s capás de salís p’arcarde, y chupase los ventitantos millones que debe’r municipio. De tonto no tié’n pelo; y como sabe que’n jesos sitios se trinca, no se l’escapará l’oportunidá de probás.
-Peremos que no; ya qu’esiste una ley que prohibe’r cargo a quienes tién cuentas que satifasés con er consistorio.
-No sé, paisano, porque’r personaje no da puntá sin jilo.
-Er problema, Curro, v’a sés los votos que les v’a quitás a quienes son serios.
-¿Políticos serios? Osté’stá de güasa.
-¡Pos, sí señós!; unque ya sabemos que con usté no vamos a consesuás. Políticos, Curro, como militares, médicos, guardias urbanos, e, incluso joyeros-construstores…, los tenemos unos más, y otros menos. Pa tós los gustos, vaya.
-Corramo’n tupido velo.
-Y, los mismos, tién sus momentos. Tós, Curro, tenemos comportamientos unas veses más asertaos, y otros menos.
-En jeso, si pensamos en Setapé, v’a sés que sí’stamos d’acuerdo. Por una ves, paisano, vamos a velo tomás medías apropiás, como es er caso de l’edá de jubilasión. En argo tenía c’asertás. Los ingleses, alemanes, los de los países nórdicos, tién que trabajás jasta los 67.
-Y qué; y los franceses, los noruegos, los italianos, a los 62. Los convenios y pastos que se firman, jay que respetalos, pae. Otra cosa es creás presedentes malsanos, saltándoselos.
-Pero, si er sistema no funsiona, tós tenemos c’arrimas er jombro.
-Tamos donde siempre, Curro, que paguen los pringaos. Y los que se lo llevan calentito a coméselo a cara perro.
-Si comen de lo suyo, no jasen daño a naide. Sus suores l’habrá costao.
-Qué me va contá’sté. Pero yo le digo que, pa jasés justisia sosiás arrimando er jombro, jay países, como Austria y Dinamarca, por sitar sólo dos, pagando impuestos en funsión de los bienes que poseen.
-¡Osté, lo quié solucionás to con impuestos!
-¡Un sisno de justisia!, Curro, que denota’r talante de los pueblos sivilisaos. ¿Vamo’ntrás en la segunda década der siglo veintiuno, sin dejás costumbres medievales atrás?
-Osté, siempre queriendo justificás a los sacacuartos, paisano. Pos, que’r nuevo año, venga con mejoras pa tós. Mientras, osté sabe, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.

sábado, 18 de diciembre de 2010

LA LASTRA

-¿Cómo resibi’osté lo de Morente?, paisano.
-¡Mu má!, Curro. De la peña der pueblo nos fuimos a Graná, ar sepelio, unos cuantos en un coche pa despedís a jesa grandísima figura.
-Yo, cuando’stuvo aquí’n Caballerisas, fuí. Aunque pa mí, no ha sío un cantaós de mi agrado.
-Pero no le pué usté negás qu’era un genio, Curro. Tenía personalidá, innovaba, consiguió darle su impronta’r cante c’hasía, y más cosas.
-Sí, pero con una vós mu lírica pa mi gusto. Además, no sé, jasía unas cosas y desía unas letras, muchas politisás; vaya que paresía poco flamenco.
-Es que, si usté quié que tós los cantaores tengan er mismo timbre de vós, y digan lo mismo, la cosa es mu aburría. Tós no van a sés Fosforito. Y cantaba cosas que tenían que ves con la vida. ¡Pae, to no va sés mirasse’r ombligo!
-Paisano, jeso pa los políticos. A mí me gustan otros cantaores, y jesas letras de pellisco.
-No sé, Curro, ¿es que cantás a Lorca, a León Felipe, no le’ncuentra usté’r pellisco?
-Argunas veses. Pero, pa mí las de Mairena, Fesnanda, Toronjo, y más c’hay mu güenas.
-En fin, que ya sabemos que’r libro de los gustos jestá en blanco.
-Cambiando la conversasión. ¿Qué me dis’osté, de la toma d’aropuertos por er ejéssito?.
-No sagere usté, que no ha sío ninguna toma. Er gobiesno, s’ha limitao a militarisa’r personás pa controla’r espasio aéreo, na más, Curro.
-Y se van a tenés que quedás jasta enero, pos no sabés jasés las cosas en condisiones.
-Sí; usté dise lo que dise’r pepé.
-Es c’hora, er remedio con los militares mos v’a costás los cuartos a tós, paisano.
-Usté, me parese a mí que’stá viend’allí a sordaos, con los cascos y las metralletas. Pero, no’s jeso. Militarisáslos es, que, si abandonan sus puestos de trabajo, l’aplican leyes militares en vés de siviles.
-Osté, defiende a Setapé y, Setapé, no v’a levantá cabesa. Los sindicatos no’stán dispuestos a negosia’r tema de la jubilasión, y jeso mos va a jundís más a tós.
-Mientras s’empeñe’n sacás de las costillas de los curritos, er despilfarro y er defalco c’han jecho los que tién er dinero, er asunto va por caminos equivocaos.
-Pos la’mpresas, paisano, no ven cómo van a creás puestos de trabajo, sin sés competitivos.
-¡Jeso!, Curro, y p’arregláslo, ¡leña’r mono! Competitivo se’s metiendo tésnología modesna, motivando ar personás, jasiéndoles partisipes de l’osjetivos que buscan benefisios pa tós. Claro, pa jeso, jase farta’r dinero que los que lo tién no invierten.
-¿Cómo van a invertís? Si er país debe jasta lo que respiramos, entrampao jasta l’ojos.
-Lo c’han jecho tós los paises, p’avansás en lo que demanda la sosiedá der bienestás. Infrastrusturas pa colegios, centros médicos, carreteras, ciudades más habitables. Muchas cosas, Curro, que una sosiedá modesna luego v’amortisando, pa dasle disnidá al sés humano.
-Pos a vés, jora, en lo que se va quedás er bienestás y la disnidá.
-Si arrimamos er hombro tós, los c’han trincao sobretó, lo superaremos, Curro.
-Ya me gustaría, paisano. Mientras, osté sabe, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

LA LASTRA

-Rafalita, pongal’osté er café a mi paisano, que mi’osté que cara trae; ¿será que s’ha pasao er puente de la contitusión inmaculada, enserrao en un aropuerto?, o, ¿aislao pos las inundasiones?
-No, Curro; los viajes de los pensionistas, ya sab’usté que no se programan en fechas de tanto trajín. Ahora, que’r agua, porque’r pueblo jestá en las arturas, pos er pantano, jestá que se sale.
-Much’agua, pero mejós; que’ngorde l’asituna, que’so’s dinero.
-Bueno’stá. Pero ya que va’ntrás er invierno, lo que conviene es que nos dé un respiro, y no vuerva jasta la primavera, si no a vés quién sale a cogésla.
-Paisano, er clim’a la carta, todavía, no lo tié’veriguao Setapé, y ya, con lo que tié’nsima v‘a sés que no.
-Sí, Curro, pos ya no le fartaba más que lo de los controladores. Pero, ver’usté que’r gobierno, s’ha puesto’n su sitio, rápido.
-¡Menos ma! Jeso’s lo que tenía c’hasés más a menudo. Una compañía de militares a tiempo, rebaja jumos.
-Tampoco se trata, Curro, de, ahora, por cuarquiés cosa llamás al ejérsito. En casos como’ste, vale. Pos, no se pué paralisás a un país creyéndose impressindibles.
-Y ganando’r pastón, ca’r año, se mete’n la buchaca.
-Ahora menos; con to y con jeso, ronda los dosientos mís euros ar año. Jeso sí, trabajando menos joras c’antes.
-Pos no’staban conformes, paisano; y er caos lo provocaron los mu suavones, con quejas d’estás estresaos, pos las muchas joras que’st’año jabían trabajao.
-Ellos, tién que sés más prudentes. Cuando las cosas vienen mardadas, Curro, to’r mundo se pone’n guardia. Pero las vacas flacas, ya’stán aquí, y toca apretáse’r sinturón.
-¿Osté no ve? Los funsionarios, lo’mpleaos públicos, interinos, contrataos. Nadie quié sabés na de na. Seguís trincando como si no jubiese pasao na, pae.
-Usté ha metío a tós en er mismo saco, y jay que’ntendés las diferensias. Coseguís un puesto de trabajo, después d’un concurso, u oposisión, supone un esfuerso c’un contratao no tié que superás, por ejemplo, Curro.
-Güeno, si yo lo’ntiendo. Pero, trabajo no jay pa tós, luego, argunos tendrán qu’ís pensando en buscáse la vida, paisano.
-Complicao, Curro, mu complicao. Una reordenasión del sectós, que va traés muchos dolores ar personás.
-Y tanto. Pero, digo yo, paisano, desde que la cresis s’ha intalao ¿a quién no le duel’argo? Y ensima, er Banco Sentrás de la sona der euro, dando la vara pa que’r gobiesno redusca lo que debe a los sacrosantos mercaos.
-Y to, acosta de los pringaos. Ca vés más afisiaos, sin subsidio de paro, sin la ayuda de los cuatrosientos euros; y aquí, en Andalusía, engrosando un umbrás de la pobresa, c’abre las casnes. Mientras que, los que se llevaron la guita der caso Malaya, se quién ís de rosita, como tantos otros s'han ío.
-Si no s’hubiese despífarrao tanto, paisano, l’aguas no’starían donde han llegao.
-Curro, pero se lo quién cargás a la cuenta der personás, y no a los verdaderos ladrones. Injustisias, pos los siglos de los siglos.

-Aquí er que’sté libre de curpa, que sarga en manifestación pancarta en mano, paisano. Yo, mientras, osté sabe, mi chicuela d’aguardiente, de mostro pueblo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

LA LASTRA

-¿Qué l’ha paresío’sté, el concurso d’est’año?, paisano.
-Pos, muchas cosas, y to iguás, Curro. Una sombra de lo que’ra, sin que paresca verse na que venga a proporsionasle’r protagonísmo que debe de tenés.
-¡Jeso digo yo!; pos más qu’he buscao en tós los canales de la tele, en ninguno s’ha visto na de na.
-¡Ni la radio!, que no sea la d’aquí, pae. Argún rincón, entre otras notisias, de los diarios locales y par’usté de contás. Y, de la implicasión der comersio, ni le cuento, o, ¿usté, Curro, ha visto en lo’scaparates de las tiendas un cartés que lo anúnsie?
-¡Que va! Arguno, pegao entre otros carteles, en jesas columnas de las calles.
-Pos mir’usté, Curro, en Valladolí, cuando he ío a vés a mi otro sobrino, en la semana del sine, la siudá jestá empapelá, er comersio como si fuesen sines llenos de carteles de películas, tós lo’scaparates, los autobueses, la’stasiones de trenes y coches de líneas, los tasis, vamos, c’hay que’stás atontao pa no’nterarse.
-¡Y la tele!, que n’hay telediario que no la saque…, paisano.
-Yo comprendo, Curro, con la que tenemo’nsima, no’stá la cosa pa muchas florituras, pero hombre: er concurso nasional d’arte flamenco, cada tres años, se merese otra cosa.
-Sí, paisano. Y si no dígam’osté, ¿no se darán cuenta que gastas dineros es invertís, creás riquesas?, vamos.
-Naturasmente. Jeso's lo que fue pa la siudá cuando, Ricardo Molina y er arcarde, lo crearon jase más de medio siglo, un negosio. Pero, pa mí que, ni los políticos, ni los comersiantes d’ahora, saben de qué va. Lo toman com’un dispendio, Curro.
-Pos ya ver’osté, con jestas lumbreras, qué podemo’sperás. Y reconosco que’r mas, no’s sólo muestro. Si no, ahí ti’osté lo’mericanos, con los documentos filtraos pos la güiquilís jesa, que ya me dir’osté qué sipote’s jeso.
-Qué sé yo, paisano; que cada vés uno sabe menos. Ya, en otra ocasión, saltó otro’scándalo a cuenta de los tejemanejes de los yanquis, que revelaban jesa costumbre que tién pa mangoneasnos.
-¿Osté cré que’so’s verdá? O, ¿no será que siempre’s bueno tenés a lo’mericanos pa dásle la vara? Pos, pa mí, tan tontos no son pa ís dejando papeles por medio.
-No. Pero dentro, tién arguna gente descontenta que filtran jesos informes. A uno, disen, la interpós ya lo’stá buscando. Como güiquilís es una diressión de internés, donde se ponen jesos datos, si er que la tié, quié publicarlos, argo tendrá de creíble, pos si no ya’staría en los tribunales.
-Pos, a Setapé y a los suyos no lo tratan mu ma, pos lo menos a Rubarcaba.
-Sí, pero el embajadós s’ha estao metiendo en asuntos de la justisia española, y en otras cosas d’orden interno nuestros. Y lo que convenía, no es presisamente jeso, si no’schás una mano pa c’haya menos paraos.
-Jeso’s pedís mucho, paisano, ya sab’osté, la’mpresas no tién dinero ni quien se lo’mpreste. Y, lo peós es que, muchos de los paraos, trabajan por su cuenta sin cotisás y, otros, jasiéndose amigos de lo’jeno, dando lugás a lo c’ha pasao en er pueblo, con jese marroquí muerto por un disparo.
-¡Una desgrasia!, Curro. Pa’r pobre hombre muerto y su familia, y pa’r desgrasiao que l’ha matao. Y, lo más malo, jestá por venís si no s’arregla la cosa y damos trabajo pa podés comés.
-Pos, yo no quieo sés pesimista. Pero, o arguien pone’r dinero, o jesto tié mu mala pinta. Paisano, ya sab’osté yo, mientras, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo, pa vés qué pasa.