viernes, 30 de septiembre de 2011

LA LASTRA

-Jeste’r cuento de nunca’cabás, paisano. Hora, en er yuntamiento de Ronda la corrussión campando a su aire. ¿Osté cre, c’abrá’rguien que ponga fin a esto, metiend’a tós en la cárses?
-Si, que sepamos, Curro, ni siquiera devuerven lo que se llevan. Y si entra’n ella: son dos días, y luego a seguís mangoneando, pa que haya más que trincás.
-Y, entonses, me digo yo: ¿Pa qué’stá la justisia?
-Jeso nos preguntamos más d’uno, cuando, incluso, vemos a’stos corrustos jasta en la tele, jasiéndonos tragás sapos, intentando que nos creamos la’splicasiones que dan.
-Y con el resto de políticos mirando p’otro lao, paisano. In dispués, querrán que simpatisemos por ellos.
-Curro, también es verdá que’se no es er caso de tós. Entre los sosialistas, no. Pos de momento’r partido los ha suspendío de militansia, com’a otros que les presedieron. Cosa que, recuerdelo’sté, no ha susedío con gente der Pepé’n otros laos.
-Bueno, yo, paisano, ni siquíea sé de qué partío son jéstos. Pero, si sé que mos cuestan muchos dineros tós, unos y otros, puesto que no mos degüerven lo c’han sisao. Y, coleando entoavía los ERES, porque’n la Junta’ndalusa no le d’an a la güesa los papeles que le píe.
-Jeso’spedientes, Curro, ya’stán en su despacho. Y a los rondeños, parese sés, la justisia ha llegao a tiempo d‘impedís que’r fraude vay’a más.
-Peremos. Pos, me se d’a mí que se lamen las jerías junos a otros. Y las cosas ca ve’stán peós. Si no qué me dis’osté d’Obama acusando a Uropa de no jasés na p’atajás la crise.
-En l’Unión, Curro, no jay mucha unión. Y, los mandamases, los alemanes y los franseses. Sobretó, los alemanes, a los que le vie bien una monea débil, p’así vendés mejós lo que produsen.
-Y, ¡mosotros y er resto, peós! Pos, jasí, no sólo caerá’r euro, si no l’Unión.
-No. Yo no lo veo tan grave, pos, aun c’haya quien l’interese que’n Europa las cosas no vayan bien, con la crisis, es d’esperás que reassionemos y arguna mente brillante tome cartas en er asunto.
-Pos ya’s tarde, si no se pone’n marcha pronto, paisano. Y empiesan por reajustás los suerdos. Los primeros los políticos. Y de los banqueros ni le digo.
-Y ahí, Curro, topamos con l’iglesia. Así tendremos, de cuando en cuando, a un cantamañanas como jese de la Bebesé, er tás Rastani, asustando’r personás.
-Y flaco favós a l’inversores desentes. Que no tós quien arruinás a naide. Pos, con jestos es como se mueve la’conomía y er comersio que lo’mpresarios mueven.
-Presisamente. Pero, los que manejan los jilos de la crisis jan descubierto c’asustando, puen acabás con er pogreso sosiás impunemente, p’así ellos seguís engordando sin más pudós sus insultantes benefisios.
-Sipote, paisano, qué complicao mos lo’stán poniendo. M’hijos ca ves lo tien más difisis, pa mantenés a tós lo’mpleaos en er tallés.
-Me lo supongo, Curro. Pos, ar finás, los metales presiosos son la mejós inversión pa’speculás. D’ahí que’r oro jesté por las nubes.
-Padremío, pero’n bruto. Manofasturao ya nadie mos compra; o los menos, y en to caso si somos competitivos.
-Y ya’stamos, entonses, pensando’n rebajá’r salario de los currelantes.

-Pos, com’osté no teng’otra fórmula…, yo no. La semana que viene ya me dir’argo de Bruselas y er aseite d’oliva. Mientras, paisano: con mi chicuela de Rute; y que Dios nos coja confesados. Esto, en castellano de Valladolid, va por Artur Mas y ciertos catalanes.

viernes, 23 de septiembre de 2011

LA LASTRA

-Curro, si aquí, Rafalita, no m’hubiese ya dao notisias d’usté, estaría pensando c’argo le pasaba pa venís tan tarde.
-¡Sipote! Paisano, no me s’intranquilise, y dígame: este verano, ¿los boquerones no l’han dejao veníse antes?
-Curro. Como tós l’años. Mientras los niños no tién que ís pa’r colegio. Y si están allí, yo me queo. Luego, me voy p’ar pueblo c’hay mucho que jasés, usté sabe.
-Y qué, entonces to bien ¿no?
-To lo bien que se pué’stá, con lo que tenemo’nsima.
-Tamos. Pos, lo que’s er Setapé, no sale de la Moncloa ni con l’alarma de c’hay fuego.
-¿No caerá usté en la simplesa, d’otros, eschándole a és la curpa de tó?
-Paisano, pa sés jonrao, le dir’osté, c’ha jecho to lo posible pa que’r Rajoy le quite’r sillón. Y es mu gordo to lo que le pasa, pos, jeso mismo mos pas’a tós, ¿como pa no tenénlo en considerasión?
-Un político con sensibilidá, Curro, ar c’unos cuantos errores le v’arruinás lo mucho bueno que su gobiésno ha jecho’n España. Na más. Y to, por la debacle’conómica mundial provocá por tanto delicuente de cuello blanco.
-Pero, poniendo és de su parte, paisano.
-Poniendo de su parte pa bien der país. O’s c’ahora, to van a sés fracasos. Su pensión de jubilao, Curro, como la mía, nos l’ha mejorao. Ha implantao la ley de dependensia, c’a los mayores como nosotros, v’a protegés. Jeso, por apuntás argo que nos toca de serca.
-No, si to jeso’stá mu bien. Pero, a vés: ¡con dineros que no tenemos!, ¿o no?
-Curro, con er dinero que se recauda con lo’mpuestos. Lo que pasa’s que la’speculasión de los maníos mercaos, han provocao la crisis que’stamos acusando, y más que nadie los más necesitaos, como siempre.
-Y tós los que crean las riquesas, paisano: lo’mpresarios; no se l’orvide a osté, c’a jesos nadie los tién cuenta.
-A los genuínos, que yo sepa, siempre los ha tenío en cuenta Setapé. Otra cosa son los especulaores.
-Pos, si tenéslo’ncuenta es ponésle’r nuevo impuesto’r patrimonio, mejós que l’orvíe. Y los sindicalistas, ni le cuento.
-Si mesclamos las cosas, Curro, to lo veremos negro. Primero: er patrimonio que van a controlás, aquí, es er d’unos miles d’andaluses d’entre los más d’ocho millones que somos. Y, en cuanto a los sindicatos, usté n’orvíe que los trabajadores son los más perjudicaos de to la’scabechina económica que s’ha produsío.
-Pos, ya me dis’osté lo que s’ha’ncontrao los nuevos munisipes. Cómo van a pagás las nóminas de tós los empleaos, sin tenés un euro en l’arcas.
-Ahí, ti usté, la respuesta a los impuestos patrimoniales, si no pagan los que más tienen.
-Si. Pero me temo, paisano, que con jesos nuevos recaudos, no se v’a resorvés mucho.
-D’acuerdo. También, l’astividá económica s’irá recuperando; er turismo no nos vuerve la’spalda. Por sierto, con la colaborasión de los trabajadores, renunsiando a derechos que costaron sudós y lágrimas en otros tiempos.
-Jesos, ¿no serán los maestro’scuelas?
-Curro, es que’r Pepé en Madrí, menos a la’nseñansa privá, a tós le quié quitás los recursos que nesesitan. Y sep’usté que la’ducasión en cuarquiés país con aspirasiones pa mejorá’r mundo, es primordiás. Así que d’escatimás en formasión, nanai.

-Pos, lo que l’esper’a los que ganen las elessiones, como no hagan milagros… ¡Madre mía! Yo, osté sabe, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo, intentaré resistís.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

VIVIR DEL ERARIO PÚBLICO(II)

El día 5 de septiembre pasado, tras la movida que se concentró en las puertas del Instituto Andaluz del Flamenco (IAF) a mediados del mes de agosto, el consejero Plata y la directora de éste, recibieron a una legación de artistas, con Pansequito al frente, para intentar aclarar posturas respecto a las reivindicaciones de la Asociación de Artistas Flamencos (AAF), en torno al esfuerzo que esperan de la administración andaluza para generar más trabajo en el sector (?).
También ya supimos de sus discrepancias en cuanto a la falta de equidad encontrada en los responsables públicos, a la hora del reparto de los contratos que generan. Lo cual, se planteó con el ánimo sosegado y confianza, por el mero hecho de ser recibidos, tras tiempo demandándolo, para poner fin a tantas carencias profesionales en el sector, como la asociación flamenca manifestaba tener, sobre todo -insistían- a la hora de la igualdad de oportunidades, no teniendo claro quién es el que toma la decisión de contratar a los artista, o si su contratación venía obedeciendo a la demanda que les llegaba de quienes han organizado los festivales, una protección al fin al cabo que, para muchos –Felipe Benítez Reyes dixit- y estoy de acuerdo, trasciende lo artístico.
Esto ya fue expuesto a la directora del IAF, en una reunión con ella a finales de julio, pero se negó a admitir que existiese tal subjetividad y amiguismo. De ahí que, tras el encuentro con Paulino Plata, todo quedara en el aire a expensas de acercar posturas en otra reunión, en los próximos días, en torno a lo considerado posible. Caso de las nuevas generaciones; la incorporación del flamenco al sistema educativo a todos los niveles, incluido el universitario; la bolsa de trabajo primando a los artistas jóvenes que empiezan, como a los maduros que no estén al cabo en nuevas tecnologías.
Mucha tela que cortar, pues, no se ve claro que esto sea lo perseguido por los “indignados”, reivindicando al flamenco tradicional frente a las nuevas tendencias que lo devalúan, y lo separan del que ha sido considerado patrimonio de la humanidad, porque ellos “son los autores” de los valores que con esta consideración se ampara, y no “otros que se están aprovechando” introduciendo variantes que lo tergiversan. Y, lo que piden es un “reparto más equitativo” y menos “pares y nones” favoreciendo el amiguismo que la Junta niega.
Así las cosas, a ver quién concilia posturas porque, el dinero público escasea y, en justicia deberá servir para ayudar a quienes tienen menos recursos, por ser jóvenes, y no por mostrar visiones modernizadas de lo clásico, que es posible que atraigan a la masa, según denuncian, desvirtuando el mismo arte. Mas, si no trasgreden, hay que darlos a conocer para posibilitarles que entren en el mundo artístico, y ser algo dentro de él. Ésa es la cuestión, sin tener que emigrar a lugares donde se decide quién va a ser o no figura en el mundo del espectáculo, en función del márquetin que se ponga a su disposición y en beneficio sólo de inversores puntuales.

¿Que con estas miras haya que tener presente, además, a otros valores que tengan dejada atrás la etapa de su juventud? Pues también. Ahí tenemos en estos momentos a Yoko Komatsubara, de promoción por Japón, con ayuda del IAF. Algo que de hacerse bien redundará en beneficio de todos. En estos casos los que protestan tienen que ser más rigurosos midiendo, cuando reclaman, que no se puede ir en contra de éstas, o de otros asociados por el mero hecho de estar a la sazón siendo incluidos, para que entren ellos. Así, como en los procedimientos que siempre requerirán más inversión que la demandada por quienes por su edad tienen menos necesidades económicas que cubrir. Todo es susceptible de abarcar, aunque siempre siendo escrupulosos con el uso de unos recursos ahora más que nunca limitados. Exigiendo a los responsables políticos y al público que los respalde o no, apoquinando, cuando expongan su arte; a la vez de beneficiar a todos de cara al turismo, la actividad comercial, y el prestigio cultural.

jueves, 1 de septiembre de 2011

VIVIR DEL ERARIO PÚBLICO

Siempre ha sido una aspiración no ajena al catálogo de posibles salidas para los jóvenes licenciados en cualquier profesión, la de un empleo en la administración pública, ya que tal logro, superada la consiguiente oposición concursal, tiene aún -veremos lo que nos depara el futuro al paso que van las cosas en cuanto a los recursos económicos- una consideración elevada para cualquier aspirante, por la consabida seguridad de futuro que otorga el peculio laboral y el correspondiente puesto de trabajo ganado, respecto a la débil confianza depositada en los de la empresa privada y la iniciativa propia.
Y esta mencionada fe en lo público, históricamente, se ha ido transmitiendo de generación en generación y, a otras dedicaciones laborales que se han incorporado, abriendo un abanico de ofertas a muchos trabajadores con diferentes oficios que, aun teniendo un puesto de trabajo en lo privado o como autónomo, presentan solicitudes en la administración para descargarse de la incertidumbre que tienen en la dedicación que les ocupa. Así los encontraremos esperanzados en función de su competencia laboral para colocarse en hospitales, centros médicos; en la enseñanza: ya en la primaria, institutos, o facultades universitarias; en centros cívicos, etc.
Mas, teniendo en cuenta que las autonomías, consistorios municipales, y otras dependencias políticas, han venido disponiendo, desde la conformación del sistema democrático y otrora con la pertenencia a la Unión Europea, de fondos económicos para ser invertidos tanto en el fomento del deporte como en cultura, en Andalucía -a propósito de aquélla-, en el arte flamenco, para llevarlo al gran público, reflejándolo esto, amén de lo antedicho, en la promoción de nuevos valores a través de certámenes, conciertos, y espectáculos, donde la juventud ha tenido un protagonismo importante, como a su vez las figuras más notables dentro del panorama, dando cabida a todas las disciplinas expuestas mediante el cante, el toque, y el baile.
Pero hete aquí que la insoslayable crisis arrasando las arcas de las instituciones públicas, como era de esperar, también ha tocado a la cultura; comprobándose que en estos casos lo trascendental cede espacio a lo prosaico, dejando al descubierto las carencias que están acusando los principales protagonistas de tan singular arte, ya patrimonio de la humanidad, sin el beneficioso amparo que tanta vidilla les ha dado, propiciando que en ellos afloren sentimientos donde lo noble no está siendo precisamente lo que predomine. Así, agravios comparativos y celos bastardos hacia los mismos colegas de profesión que, mientras ellos disfrutaban del dispendio que los distinguía, no se manifestaba, para vindicar a tantos compañeros que fueron menos favorecidos entonces.
Cierto que para manifestar sus quejas ante los estamentos oficiales, lo más eficiente sea convocar al gremio intentando hacer fuerza con la presencia de todos, pero esta unidad no va a producirse si algunos no hacen nada más que señalar a esos otros que, según ellos, son los privilegiados. Y es verdad que, en igualdad de condiciones, en espectáculos gratuitos que se van a financiar solo con el erario público, deben establecerse bolsas de contratación para tales acontecimientos, y por riguroso orden sean incluidos esos que se presten a participar cuando les toque, pero, si de lo que se trata es de ponerlos en cartel, anunciándolos a la afición que esté dispuesta a pasar por taquilla, aun recibiendo alguna subvención, lo único que se debe primar es que la programación que incluya a esos elegidos sea rentable y se costee con las mínimas ayudas oficiales. Lo demás, dependerá de cada artista -menos envidioso-, esforzándose en ser el más creativo y atractivo para los gustos que demanda el respetable que ha de tocarse el bolsillo. Y más cosas, que podremos mencionar en otra ocasión.