LA LASTRA

-Paisano ¿Ha pas’osté la Nochegüena bien, o en familia?
-Curro, viene usté mordás, pa no desentonás con el entosno. Pero, bromas aparte, uste sabe que me vine der pueblo, y la pasé con mis sobrinos.
-Ya lo sé pae. Pero, como’stoy contento, me salió la cosa humorística.
-¿Ti’usté motivos pa reís? ¿O lo jase pos no llorás? Pos, si es porque pintan bastos con la primera medía de Mariano…
-Esplíquese, paisano. Qué’s lo que mos pasa con Rajoy.
-Na, Curro. Si no s’ha’nterao usté, yo l’informo. Pos lo pronto, er salario mínimo, por primera ves en la historia de nuestro país, l’ha congelao.
-Ver’osté, pero como’stán las cosas, y pa ís amortisando lo que debemos a los mercaos financieros, ya sabíamos que’r gobiesno tenía c’apretamos los machos.
-¡Jeso! Y empiesan pos los más desgrasiaos. A los montaos en jierros, no. Pa jeso han ganao ellos, ¡ea!. Les paeserá que seisientos cuarenta euros es mucho, ¡y que s’apañen como puean!
-Paisano, a tós mos v’a costás argo, no sólo a los suerdos más bajos.
-Ya. Pero, insisto. Empiesan pos lo que menos tien. A los demás, está por vés. Mi’usté, que los griego’stán tiesos, pos su salario mínimo son unos sien euros más que’r d’aquí.
-Sí, pero’n Portugás, lo tien siento sincuenta más bajo.
-Claro. Y en lugás d’igualasnos por arriba nos ponen a mirás p’abajo. Un agravio a toas luses, Curro, si además, pa ponesnos los dientes largos, publican las retribusiones de la Casa Reás.
-Pos, si tós no jasían más que pedís que mos lo publicasen, pa sabés por dónde pajean.
-Qué menos, pae. Y, ya que l’han sacao a la lus pública, también podían desís en qué lo gastan.
-Y, a mosotros qué más mos da. Lo que teníamos que sabés, ya’stá la vista. Y pa l’año que viene, lo mismo, y así vés la subía que l’asjudican.
-Pero, Curro, después der escándalo de lo de su yesno Urdangarin, er Rey tie que das ejemplo, esplicando en qu’invierte lo c’ahorra.
-Y digo yo, paisano, ¿a mosotros mos v’a suponés argo, sabeslo?
-Mucho. En este país, con tanto especulaores, y pocos inversores desentes, jase farta sabés en dónde ponen sus capitales y si crean riquesas y puestos de trabajo. Pa dás ejemplo, vaya.
-Pos, este’s un país libre. Y naide’stá obligao a dasmos esplicasiones.
-Por supuesto, Curro. Pero’n tiempos de vacas flacas, o canijas, como los que se vislumbran, bueno sería’rrimás er jombro, jasiendo patria con las cuentas claras.
-No’stá má. Pero no podemos obligás a naide, y meno’r Rey.
-Con medidas d’esas, lo’spañoles demostraríamo’r patriotísmo ca muchos se les llena la boca tenés.
-Sí. Y ahora, jeso, ¿quién lo jase?
-Que yo sepa, nadie. Pero, Curro, con er coste que’r pueblo se ve obligao a pagás, ¿no cre usté que va siendo hora de ponés er asunto sobre la mesa?
-Me temo, paisano, que mosotros jeso no lo veremos.
-Este país tie c’aprendés las buenas costumbres d’otros, c’además pagan religiosamente sus impuestos, sin evadís sus capitales a paraísos fiscales.
-Me temo que jeso lo harán mu pocos.
-No teng’usté tanto temós, Curro, y fíjese, un ponés, en los nórdicos. Y mir’usté qué casualidá, allí los salarios mínimos son tres o cuatro veses mayós que los d’aquí.
-No sé, paisano. Veremos cómo’ncaramo’r año nuevo. Yo, osté sabe, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo, pa ísmos entonando.

LA LASTRA

-Curro, ya tenemos un gobiesno nuevo que, seguro, será de los ca usté le gusta.
-Paisano, si yo no conosco a ninguno de los nombraos. Bueno, en to caso a Gallardón, y, a Soraya. De los demás no sé na.
-Argunos, no son mu conosidos, que dígamos. Pero, como ha’ntrao una andalusa y dos andaluses, argo nos toca.
-Lo que’s menestés, paisano, que, Rajoy, mos los ponga a trabajás pronto y cogiendo’r toro pos los cuesnos.
-Sí. Per’a mí, mieo me da, que las medías que tomen vayan a recaés sobre’r espinaso de quienes usté sabe.
-Paisano; Rajoy, en tós sus discursos ha’stao mu comedido. Yo’stoy animao, porque se me jase a mí que no’stá por desiquilibrás la carga.
-Yo, tengo claro, Curro, que’r equipo que Mariano; o doña Soraya que tanto monta, s’ha buscao, está más en liberás que’n conservadós. Pero, aún así, d’ellos se podrá’sperás pocas políticas sosiales y progresistas.
-Pos, yo no he visto en su ánimo que mos vay’arremetés con política’ntisosiales. Y, a la Santamaría, menos, paisano. Ar contrario, con mosotros los pensionistas, ha’stao complasiente.
-No, si toavía no s’han puesto’r traje de faena. Ya veremos cuando pasen las elessiones d’aquí, en Andalusía.
-Vale, paisano. Pero, la’ncuestas disen ca la Junta la tien ya’n la buchaca.
-Bueno, jeso’stá por vés, por más que no toquen las pensiones. Que no lo jasen porque la ley se lo´mpide.
-Pos, a Setapé, ni ley ni na le’mpidió congelaslas jas’un año.
-Pero, sólo pa’ste que s’acaba, Curro. En er dos mís dose, tenía que reemborsás er porsentaje der ipesé arcansao’n er ejersisio. Otra cosa será los impuestos que nos pongan.
-¿Qué quie osté desís, que no mos podemos confíás?
-Curro, jeso’s de cajón. Seguro, ca las pensiones más bajas, no les supondrá mucho quebranto, porque’nsima de que tien poca chicha, no le van a quitás más. Pero a las más artas, no le quep’usté dudas que les meterán mano.
-Pos, paisano, yo’spero ca la mía no le toquen un pelo. Que ya’stá bastante escuchimizá.
-To se verá, Curro, en funsión del totás de persessiones c’usté tenga.
-¿Yo? ¡Si yo no tengo ma ingresos!, paisano.
-Vale. Pos no sufr’usté. Pero, Mariano, o doña Soraya, tien c’ahorrás diesiséis mís millones, ¡pos lo menos!, y los dineros de los paraísos fiscales no los piensan tocás. Así que, ya medir’usté.
-Pos, me’st’osté metiendo mieo’n er cuerpo. Y sin cogesle’n pellisquito a la lotería de navidá, vamos güenos. ¿A osté cómo se l’ha dao’r sorteo?
-Pos, vél’usté, con mucha salú, que’s lo socorrío en estos casos.
-En mostra tierra, argunos van a tenés un arreglito.
-Sí, pae. En Baena, y Villa der Río.
-Ea, pos lo c’osté dise. Salú pa tós, y pa’ntrá en calós una chicuela de mostro pueblo, argún arfajós, y acostao trempanito.

LA LASTRA

-Que digo yo, que, ya tenemos a los nuevos parlamentarios en sus sillones, aposentados.
-Sí, Rafalita. Y las primeras frissiones entre’llos a cuenta de la representasión reglamentaria, d’un grupo vasco, exigida pa formás las mesas.
-Y, ¿qué pasa, paisano. No’s sufisiente habés sacao los votos nesesarios?
-Por supuesto. Lo c’ocurre, Curro, es que pa c’aquello no sea un gallinero, queriendo tós hablás, se forman grupos y ca uno elige un portavós, que será’r que siempre tomará la palabra representándolos a tós.
-En fin, paisano, habrá que confiás en que no s’an como los niños chicos, peleándose por chorrás. En ves d’arreglás la ruina que tenemo’nsima.
-Y que Mariano, no pase con er rulo der Pepé por la Cámara. Pos, teniendo mayoría assoluta, me paese a mí que no v’andás poniéndose d’acuerdo con nadie.
-Lo que sea cuant’antes, y que la’mpresa’ncuentren apoyo der gobiesno, y pongan ar personás a producís.
-Po’speremos, Curro, que no sea como quie la patroná.
-¿Se refier’osté, a los minicontratos?
-A jeso, y a toas las ocurrensias que lleva unos días proponiendo'r presidente.
-Paisano, lo que’stá claro’s que si los negosios no produsen más barato, no se podrán vendés los géneros, y con jesas no se podrá’mpleá a la gente.
-¡Ea! Una solución pa tenés gente pagándoles menos, y las joras c’hagan farta.
-Las c’hagan farta, no. Las correspondientes ar contrato en custión.
-Jeso, no se lo cr’usté, ni jarto pestiños, Curro. ¿O’s que los contratos mini, no’sisten ya desde tiempo ha, llamados basura?
-Según m’hijos, los que dise’r presidente de la patronás, serán como’r de los alemanes.
-No, pae. Este señós barre pa casa, y se saca un pichón blanco de la manga. Predistigitasión que se dise. Y proponés pagás menos con jesos mini, de las narises.
-Yo, paisano, qué qui’osté que le diga. Si’mpleos no se crean, jasí’r menos…
-Pos, yo, con estas propuestas a costa de los pringaos, como siempre, no negosio. Y, menos con la idea de despedís a’mpleaos públicos, y a los que no, quitásle las pagas estras. To, sin contemplás que, por mu barato que quiean vendés, si la gente no ti’un euro, ¿con qué v’a comprás?
-A mí se me jase, que’so sería’r prinsipio. Luego, con los güenos trabajaores, pa no perdelos, siempre se negosiaría.
-Usté tie mu buena fe, Curro. Y es posible que’n mucha’mpresas, en cuanto se puea, dignifiquen er trabajo. Pero, como’mpresarios casi no hay, sino especulaores, y cantamañanas, como’r conde jese, hijo de la casa d’Arba, c’arremete contra los jóvenes.
-Paisano, no confund’osté. C’hay muchos, con responsabilidá, como m’hijos, ca machamartillo mantie’r personás. Con muchas fatigas, per’ahí’stán los tíos.
-Ya lo sé, Curro. Sus niños, ¿a quién se van a paresés? Usté sabe ca los que yo me refiero, son jesos mindundis esplotaores y tramposos, c’además ni pagan los servisios sosiales de los que’splotan, y los benefisios los sacan der país.
-Jés’otra custión, que’r gobiesno tie que resorvés: la fuga de capitales. A mosotros, jeso mos resurta imposible. Son los políticos y sus amiguetes. Como’r Undansarín reás.
-Y los de Valensia; y los de Madrí, que’stán sentaos en er banquillo, negándolo to a pesás de sés pillaos con las manos en la masa y tantos trajes. Y que, después de to, no devuerven na de lo que s’han llevao. Nosotros, Curro, somos unos tiesos, y nos mareamos con tanto chanchullo.
-Pos, jeso que’mpiesen a controlaslo ya. Que manden a tantos funsionarios que le sobran, a impessionás, y a recaudás. Mientra, paisano, osté sabe, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.

LA LASTRA

-Paisano, ¿llega ost’ahora, o ha’provechao’r acuedusto d’esta semana pa pasaslo aquí, con la familia?
-Llego ahora, Curro. L’asituna está ya dando faena, y jemos aprovechao’r buen tiempo que’stá jasiendo.
-¿Tenemos motivos pa selebrás una güena cosecha?
-La verdá, Curro, es que la climatología ha puesto de su parte. Otra cosa es, er asunto der almasenaje der aseite, que no’stá respondiendo a la’spestativas en los presios.
-No, si, en la casa de los probes, paisano, pos una cosa u otra, dura poco l’alegría. Y, respesto a la’conomía uropea, ¿soplan mehores vientos? ¿Qué me dis’osté?
-Yo qué sé, Curro. Jesta tarde se runen unos cuantos dirigentes en Bruselas, entr’ellos Mariano, pa vés no sé qué. Y l’unicó que sabemo’s que, como’r euro no sarg’adelante, nos vamos a vés y deseás pa que’sto fulule.
-Pos, digo yo, paisano: ¡a mosotros mos irá mejós con er gobiesno nuevo!
-Y jeso, pae, ¿quién lo dise? Pos, también lo tien nuevo los griegos, italianos, y bergas, y la ministra italiana, llorab’a moco tendío en la tele, dando la notisia de las drásticas medías que tien que tomás en su país.
-¡Totás, que na de na!
-Usté ya sabe, Curro. L’agensias calificaoras de sorvensia económica de los países, no’stá por alegrasnos la vida. Y con tan jesaborías previsiones, usté me dirá, quién nos jechará una mano, que no sea’r cuello.
-Aquí, paisano, ya jase tiempo que se pusiero’n marcha medidas duras, c'otros no sé, pero, a la’mpresas l’han jundío.
-Curro, a la mayoría de la’mpresas, como’staban metías de jos y cos en er bum de la construssión, una ves la burbuja esplotó, las jundió’r fracaso que se les vino’nsima.
-Y l’afisia de lo’mpuestos de Setapé, y er fraude de lo’speculaores bursátiles. Pero, si Rajoy corta’r despisfarro, argo cambiará.
-Sí; pero sin puestos de trabajo donde la gente se gane la vida y gaste, es querés la cuadratura der sírculo. Y, lo que no pue sés no pue sés, y además es imposible. No fasilitás créditos, como quie Alemania, es no fomentá’r comersio y la produssión; y ganás dinero y así pagás deudas, será más qu’imposible…
-En fin, paisano, esperemos que los sesuos responsables que se van a runís, tengan esto en cuenta, y recapitulen.
-Pos lo pronto, con los planes de la Merkes y Sarkosi, los ajustes no van por ahí. L’están dando vuertas a creás una espesie de países de primera división, y otros de segunda, con responsabilidades distintas, p’apretase más o meno’r sinturón.
-¿Y en jeso, están tós d’acuerdo?
-Qué va, Curro. Empesando por los ingleses que, como no’ntraron en er euro, no tien c’hasés sus ajustes con los demás.
-Yo no m’entero. L’alemanes y los franseses disen una cosa, los ingleses otra… ¿Y los demás que pintamos?
-Como siempre, pae, los que tengan sus finansas má’n precario, tendrán que tragás más, y l’otros a mandás.
-Pos, no sé yo, si, con jesas, merese la pena estás metíos en l’Unión.
-No le dé usté vuertas, Curro. La globalisasión económica der planeta, nos obliga a tenés sosios. ¿Vamos a buscaslos más lejos? En tos laos cuesen jabas.
-Ya veo. Y por tós mos pilla’r toro. Paisano, osté sabe, yo, mientras, con mi chicuela…

LA LASTRA

-Ust’ha visto, Curro, como no pué sés. A Gresia, por fin, la Eurosona le va’ntregás los ocho mís millones d’euros que’staban pendientes, pa no’ntrás en suspensión de pagos.
-¿Y por qué dis’oste, que no pué sés? Tendrán que’schasle una mano, ¿no?
-Calle usté. Yo lo digo, porque con la notisia, en los medios s’ha deslisaos que, los propios griegos, asustaos pos la que se les ha venío’nsima, han espatriao ya unos catorse mís.
-Sipote, paisano. ¿Y nadie controla jeso? Milagro será que los que van sortás la guita, digan que nones.
-Bueno, dirá usté, los que la vamos a sortás, pos España, carga con setesientos sincuenta millones de l’ocho mís, que se sumarán, no l’orvidemos, a los más d’un sentenás de miles de millones, que’stán previstos en totás, Curro.
-¡Ohú! Pos, mos vamos a quedás más tiesos que’r deo San Juan.
-Sí. Pero siendo solidarios, damos ejemplo. Pos lo que m’adelante nos puea pasás a otros. Ar fin y ar cabo, tó’stamos en er mismo barco der euro.
-Yo, lo que me pregunto, paisano, jes, si con tó’ste lío, estaremo’n er buen camino pa levantá cabesa’rguna ves.
-En er buen camino no sé, Curro, pero’ntre Sarkosy y doña Merkel, nos quien meté’n sintura, refundando l’Unión europea. Y lo bueno sería que, lo’speculadores que nos afisian, corriesen con la ruina; no, nosotros los pensionistas, que ca ve’stamos más desprotegíos.
-A Setapé, paisano, tendr’osté que pedisle cuentas.
-A Sapatero, no. Pos, de momento, las pensiones no las ha redusío. Congelaslas, vale. Pero, Rajoy, me barrunto que no v’a tardás en metesle mano.
-Paisano, tós tendremos que colaborás. Los sosiatas, no l’han dejao’tra ossión.
-Unos y otros, bien que s’han columpiao. Y aquí’stamos nosotros, discutiendo si son gargos o podencos, quedándonos a veslas venís, pero sin vos ni voto.
-Pae, osté siempre dise que, con mostro voto, podemos ponés a los políticos que deseemos.
-Tas, como’stá enfocao’r sistema elestorás; so pena que cambie, lo’scaños se los reparten los grandes partíos y los nasionalistas. Jasí’s tontería bregás.
-A osté, lo veo yo hoy desconosío, paisano. ¿Acaso, le pasa’rgo?
-¿Qué me v’a pasás? Pos, que me siento manipulao por unos y otros. Y lo peós, Curro, es c’a los gobesnantes lo’stán manipulando los sombríos mercaderes finansieros.
-¿No’stará sagerando’sté?
-No, Curro. Mientras más informasión le llega a uno, más ganas entran de no sabés na de na.
-Po’sté, siempre ja sío una persona informá, paisano. Y a mí, m’ha jecho’sté pensás más d’una ves.
-Pero ahora, pae, veo muchas cosas feas en los que yo tenía por honestos y se vestían por abajo. Er comportamiento de la misma Borsa de valores, no me dig’usté que, incomprensiblemente, no responde a otras rasones que no hay dios que sepa qué’s.
-Jesas cosas, siempre’n susedío.
-Sobretó, en la época franquista. Pero, der distadós mejós orvidasnos, porque Mariano, no quie sabés na de que lo saquen d’Er Valle de los Caídos.
-Jes que se las trae, paisano. Con, pos lo menos, uno o dos paraos en ca casa der país, no v’habés otra cosa con la qui’mportunás a Rajoy. Y sin sés tavía presiente.
-Pos, ya mismo, Curro. Piens’adelantá la toma de posesión, y ya’stá’premiando a los sindicatos y a la patronás, pa c’acuerden la reforma laborás, cuant’antes, o l’hará és.
-Jest’hombre vale’n Potosí, lo que yo le diga’sté. Mientra, paisano, aquí’stamos, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.