jueves, 2 de diciembre de 2010
LA LASTRA
-¿Qué l’ha paresío’sté, el concurso d’est’año?, paisano.
-Pos, muchas cosas, y to iguás, Curro. Una sombra de lo que’ra, sin que paresca verse na que venga a proporsionasle’r protagonísmo que debe de tenés.
-¡Jeso digo yo!; pos más qu’he buscao en tós los canales de la tele, en ninguno s’ha visto na de na.
-¡Ni la radio!, que no sea la d’aquí, pae. Argún rincón, entre otras notisias, de los diarios locales y par’usté de contás. Y, de la implicasión der comersio, ni le cuento, o, ¿usté, Curro, ha visto en lo’scaparates de las tiendas un cartés que lo anúnsie?
-¡Que va! Arguno, pegao entre otros carteles, en jesas columnas de las calles.
-Pos mir’usté, Curro, en Valladolí, cuando he ío a vés a mi otro sobrino, en la semana del sine, la siudá jestá empapelá, er comersio como si fuesen sines llenos de carteles de películas, tós lo’scaparates, los autobueses, la’stasiones de trenes y coches de líneas, los tasis, vamos, c’hay que’stás atontao pa no’nterarse.
-¡Y la tele!, que n’hay telediario que no la saque…, paisano.
-Yo comprendo, Curro, con la que tenemo’nsima, no’stá la cosa pa muchas florituras, pero hombre: er concurso nasional d’arte flamenco, cada tres años, se merese otra cosa.
-Sí, paisano. Y si no dígam’osté, ¿no se darán cuenta que gastas dineros es invertís, creás riquesas?, vamos.
-Naturasmente. Jeso's lo que fue pa la siudá cuando, Ricardo Molina y er arcarde, lo crearon jase más de medio siglo, un negosio. Pero, pa mí que, ni los políticos, ni los comersiantes d’ahora, saben de qué va. Lo toman com’un dispendio, Curro.
-Pos ya ver’osté, con jestas lumbreras, qué podemo’sperás. Y reconosco que’r mas, no’s sólo muestro. Si no, ahí ti’osté lo’mericanos, con los documentos filtraos pos la güiquilís jesa, que ya me dir’osté qué sipote’s jeso.
-Qué sé yo, paisano; que cada vés uno sabe menos. Ya, en otra ocasión, saltó otro’scándalo a cuenta de los tejemanejes de los yanquis, que revelaban jesa costumbre que tién pa mangoneasnos.
-¿Osté cré que’so’s verdá? O, ¿no será que siempre’s bueno tenés a lo’mericanos pa dásle la vara? Pos, pa mí, tan tontos no son pa ís dejando papeles por medio.
-No. Pero dentro, tién arguna gente descontenta que filtran jesos informes. A uno, disen, la interpós ya lo’stá buscando. Como güiquilís es una diressión de internés, donde se ponen jesos datos, si er que la tié, quié publicarlos, argo tendrá de creíble, pos si no ya’staría en los tribunales.
-Pos, a Setapé y a los suyos no lo tratan mu ma, pos lo menos a Rubarcaba.
-Sí, pero el embajadós s’ha estao metiendo en asuntos de la justisia española, y en otras cosas d’orden interno nuestros. Y lo que convenía, no es presisamente jeso, si no’schás una mano pa c’haya menos paraos.
-Jeso’s pedís mucho, paisano, ya sab’osté, la’mpresas no tién dinero ni quien se lo’mpreste. Y, lo peós es que, muchos de los paraos, trabajan por su cuenta sin cotisás y, otros, jasiéndose amigos de lo’jeno, dando lugás a lo c’ha pasao en er pueblo, con jese marroquí muerto por un disparo.
-¡Una desgrasia!, Curro. Pa’r pobre hombre muerto y su familia, y pa’r desgrasiao que l’ha matao. Y, lo más malo, jestá por venís si no s’arregla la cosa y damos trabajo pa podés comés.
-Pos, yo no quieo sés pesimista. Pero, o arguien pone’r dinero, o jesto tié mu mala pinta. Paisano, ya sab’osté yo, mientras, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo, pa vés qué pasa.
-Pos, muchas cosas, y to iguás, Curro. Una sombra de lo que’ra, sin que paresca verse na que venga a proporsionasle’r protagonísmo que debe de tenés.
-¡Jeso digo yo!; pos más qu’he buscao en tós los canales de la tele, en ninguno s’ha visto na de na.
-¡Ni la radio!, que no sea la d’aquí, pae. Argún rincón, entre otras notisias, de los diarios locales y par’usté de contás. Y, de la implicasión der comersio, ni le cuento, o, ¿usté, Curro, ha visto en lo’scaparates de las tiendas un cartés que lo anúnsie?
-¡Que va! Arguno, pegao entre otros carteles, en jesas columnas de las calles.
-Pos mir’usté, Curro, en Valladolí, cuando he ío a vés a mi otro sobrino, en la semana del sine, la siudá jestá empapelá, er comersio como si fuesen sines llenos de carteles de películas, tós lo’scaparates, los autobueses, la’stasiones de trenes y coches de líneas, los tasis, vamos, c’hay que’stás atontao pa no’nterarse.
-¡Y la tele!, que n’hay telediario que no la saque…, paisano.
-Yo comprendo, Curro, con la que tenemo’nsima, no’stá la cosa pa muchas florituras, pero hombre: er concurso nasional d’arte flamenco, cada tres años, se merese otra cosa.
-Sí, paisano. Y si no dígam’osté, ¿no se darán cuenta que gastas dineros es invertís, creás riquesas?, vamos.
-Naturasmente. Jeso's lo que fue pa la siudá cuando, Ricardo Molina y er arcarde, lo crearon jase más de medio siglo, un negosio. Pero, pa mí que, ni los políticos, ni los comersiantes d’ahora, saben de qué va. Lo toman com’un dispendio, Curro.
-Pos ya ver’osté, con jestas lumbreras, qué podemo’sperás. Y reconosco que’r mas, no’s sólo muestro. Si no, ahí ti’osté lo’mericanos, con los documentos filtraos pos la güiquilís jesa, que ya me dir’osté qué sipote’s jeso.
-Qué sé yo, paisano; que cada vés uno sabe menos. Ya, en otra ocasión, saltó otro’scándalo a cuenta de los tejemanejes de los yanquis, que revelaban jesa costumbre que tién pa mangoneasnos.
-¿Osté cré que’so’s verdá? O, ¿no será que siempre’s bueno tenés a lo’mericanos pa dásle la vara? Pos, pa mí, tan tontos no son pa ís dejando papeles por medio.
-No. Pero dentro, tién arguna gente descontenta que filtran jesos informes. A uno, disen, la interpós ya lo’stá buscando. Como güiquilís es una diressión de internés, donde se ponen jesos datos, si er que la tié, quié publicarlos, argo tendrá de creíble, pos si no ya’staría en los tribunales.
-Pos, a Setapé y a los suyos no lo tratan mu ma, pos lo menos a Rubarcaba.
-Sí, pero el embajadós s’ha estao metiendo en asuntos de la justisia española, y en otras cosas d’orden interno nuestros. Y lo que convenía, no es presisamente jeso, si no’schás una mano pa c’haya menos paraos.
-Jeso’s pedís mucho, paisano, ya sab’osté, la’mpresas no tién dinero ni quien se lo’mpreste. Y, lo peós es que, muchos de los paraos, trabajan por su cuenta sin cotisás y, otros, jasiéndose amigos de lo’jeno, dando lugás a lo c’ha pasao en er pueblo, con jese marroquí muerto por un disparo.
-¡Una desgrasia!, Curro. Pa’r pobre hombre muerto y su familia, y pa’r desgrasiao que l’ha matao. Y, lo más malo, jestá por venís si no s’arregla la cosa y damos trabajo pa podés comés.
-Pos, yo no quieo sés pesimista. Pero, o arguien pone’r dinero, o jesto tié mu mala pinta. Paisano, ya sab’osté yo, mientras, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo, pa vés qué pasa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Hay una solución Muy Justa al conflicto! Restauración al seno patrio. A partir de ahí que decidan los soberanos españoles. El monarca español y sus intereses a un segundo plano, si no quiere trabajar y defender con todas sus fuerzas los intereses de la patria que se vaya con sus amigos los yanquis o si lo prefiere, con los franceses. MiguelLopezGaspar@gmail.com Libertad Digital 081210
ResponderEliminar