viernes, 18 de junio de 2010
LA LASTRA
-Pos lo pronto, paisano, en Andalusía, to’r que gane más d’ochenta mís uros, a partís der 2011, se tendrán c’atás los machos cuando jagan la declarasión de la renta.
-Ver’usté, Curro. En la considerasión de sostenés a l’administrasión que jase posible disponés gratis d’educasión, sanidá, curtura, y tós los bienes que las clases menos pudientes no se puén costeás, ¿qué menos que los que más tién, contribuyan más?
-Pos ochenta mís, no son tantos los que lo ganan. Jasí, que pocos más ingresos se van a recaudás.
-¡C’usté cree que son pocos!, Curro. Pero, d’ahí p’arriba, que lo ganen anualmente, la Junta, carcula a más de veinte mís contribuyentes; o sea, 30 millones extras.
-¡Un palito güeno ar borsillo¡, paisano.
-Hombre, palito bueno er que l’han dao, ar que se l’acabao er paro y notié a donde is, pa dásle de comés a su gente.
-Pos si a los que tién dineros los descapitalisan con impuesto’sobreveníos, paisano, ¿qué caudales van a sirculás pa creás riquesas?
-La insolidaridá, Curro, es er signo más deplorable der que pué jaser gala un pueblo. La patronás, aventura que con estas medidas, los capitales buscaran otros lugares pa invertís, y entonses vuervo a’cordame de la Tasa Tobin; ya sabe, la c’a usté no le sonaba de ná.
-Com’osté no s’esplique.
-Es mu sensillo, Curro; fue la que’r premio nóbel d’economía, con ese nombre, propuso como medida, o Tasa disuasoria a to’r movimiento especulativo qu’en, otra cruda crisis, emprendieron los dineros der planeta pa esplotás recursos donde impera er insivismo de no contribuís fiscalmente, ya sabe usté, los paraísos fiscales.
-¿Y dio resurtao?
-¡No! Porque muchos gobiésnos, como ahora, miraban pa’tro lao. En l’único que paresen ponerse d’acuerdo, es a cargar contra quienes se ven con er agua ar cuello, como Gresia, y Hungría.
-¡Que no’s prástico! Paisano. Que las Tasas y lo’mpuestos, en generás, los políticos los marversan, y demuestran su incompetensia y la inutilidá d’esas medidas.
-Yerr’usté, Curro, con jesas apresiasiones. Es la presión de los llamados poderes fásticos, o sea, er Fondo Monetario, la Trilaterás, los G-7, y otro’similares, como los Bilderberg que s’han reunido resientemente en Sitges, aquí'n España.
-¡Ya’stá! Er famoso contubésnio judeo-masónico-anarco-comunista, ¡curpable de tó!
-La diferensia es c’ar tar contubernio –como l’armas químicas de Sadam-, nadie lo’ncontró, y los que yo le mensiono los verá usté planeás como los jinetes der apocalíssis, jasiendo tabla rasa, cuando se l’intenta controlás.
-Pos yo sigo desconfiando de los políticos que mos jan tocao ahora, y si no ahí tié osté ar propio Felipe Gonsáles, como’r primero, corrigiendo a Setapé.
-Felipe, fue otra cosa, porque’staba más bragao. Pero con l’inoperansia d’unos y otros ante’r bum económico especulativo; a ér, le pasó lo que le pasó también, con los negosios der pelotaso que s’inventó su ministro d’economía Sorchaga.
-¡No!; si a los der pesoe jay que ponésles en cuarentena, antes de votálos, paisano.
-¿En cuarentena?, ¡a tós!, Curro. Pero’so, nos llevará a nosotros a presentásnos como candidatos pa las prósimas elessiones, si usté se fía d’usté, y de mí.
-Paisano, mosotros ya’stamos pa sopita y güen cardo.
-¡Sí!, Curro. Y otros tién otras preocupasiones; o no saben; o no le gusta. ¿C’hasemos, buscamos a un militás bragao, “que ponga orden, dánd’ostias”? Pa’so, no me mire a mí.
-¡P’otros, habrá!
-¡Los que yo voto! Y también critico. Pero no desd’aquí, en la barra de la tasca.
-Paisano, ¿no se pondr’osté, a vosiferas, sobr’un cajón en Jay Park?
-Jeso se lo deja usté, Curro, a los británicos. Yo acudo ar movimiento siudadano, a foros donde los políticos se sientan, explican, y se dejan preguntás. ¡Allí es donde se protesta y da caña!
-Ya me gustaría a mí, pillás a más d’uno. Más, si es sindicalista.
-Pos, le repito lo de los políticos, pae. ¡Preséntese usté! Que lo hará mejós. Sobre to con esta Reforma laborás que impone la patronás, con amenasas de dejásnos; ¡será embarasaos!, pos otra cosa peós de lo que ya’stamos, no me la imagino, Curro.
-¡Y Suisa, ganándonos, en er primés partío! Osté sabe: mi chicuela d’aguardiente… y, eso.
-Ver’usté, Curro. En la considerasión de sostenés a l’administrasión que jase posible disponés gratis d’educasión, sanidá, curtura, y tós los bienes que las clases menos pudientes no se puén costeás, ¿qué menos que los que más tién, contribuyan más?
-Pos ochenta mís, no son tantos los que lo ganan. Jasí, que pocos más ingresos se van a recaudás.
-¡C’usté cree que son pocos!, Curro. Pero, d’ahí p’arriba, que lo ganen anualmente, la Junta, carcula a más de veinte mís contribuyentes; o sea, 30 millones extras.
-¡Un palito güeno ar borsillo¡, paisano.
-Hombre, palito bueno er que l’han dao, ar que se l’acabao er paro y notié a donde is, pa dásle de comés a su gente.
-Pos si a los que tién dineros los descapitalisan con impuesto’sobreveníos, paisano, ¿qué caudales van a sirculás pa creás riquesas?
-La insolidaridá, Curro, es er signo más deplorable der que pué jaser gala un pueblo. La patronás, aventura que con estas medidas, los capitales buscaran otros lugares pa invertís, y entonses vuervo a’cordame de la Tasa Tobin; ya sabe, la c’a usté no le sonaba de ná.
-Com’osté no s’esplique.
-Es mu sensillo, Curro; fue la que’r premio nóbel d’economía, con ese nombre, propuso como medida, o Tasa disuasoria a to’r movimiento especulativo qu’en, otra cruda crisis, emprendieron los dineros der planeta pa esplotás recursos donde impera er insivismo de no contribuís fiscalmente, ya sabe usté, los paraísos fiscales.
-¿Y dio resurtao?
-¡No! Porque muchos gobiésnos, como ahora, miraban pa’tro lao. En l’único que paresen ponerse d’acuerdo, es a cargar contra quienes se ven con er agua ar cuello, como Gresia, y Hungría.
-¡Que no’s prástico! Paisano. Que las Tasas y lo’mpuestos, en generás, los políticos los marversan, y demuestran su incompetensia y la inutilidá d’esas medidas.
-Yerr’usté, Curro, con jesas apresiasiones. Es la presión de los llamados poderes fásticos, o sea, er Fondo Monetario, la Trilaterás, los G-7, y otro’similares, como los Bilderberg que s’han reunido resientemente en Sitges, aquí'n España.
-¡Ya’stá! Er famoso contubésnio judeo-masónico-anarco-comunista, ¡curpable de tó!
-La diferensia es c’ar tar contubernio –como l’armas químicas de Sadam-, nadie lo’ncontró, y los que yo le mensiono los verá usté planeás como los jinetes der apocalíssis, jasiendo tabla rasa, cuando se l’intenta controlás.
-Pos yo sigo desconfiando de los políticos que mos jan tocao ahora, y si no ahí tié osté ar propio Felipe Gonsáles, como’r primero, corrigiendo a Setapé.
-Felipe, fue otra cosa, porque’staba más bragao. Pero con l’inoperansia d’unos y otros ante’r bum económico especulativo; a ér, le pasó lo que le pasó también, con los negosios der pelotaso que s’inventó su ministro d’economía Sorchaga.
-¡No!; si a los der pesoe jay que ponésles en cuarentena, antes de votálos, paisano.
-¿En cuarentena?, ¡a tós!, Curro. Pero’so, nos llevará a nosotros a presentásnos como candidatos pa las prósimas elessiones, si usté se fía d’usté, y de mí.
-Paisano, mosotros ya’stamos pa sopita y güen cardo.
-¡Sí!, Curro. Y otros tién otras preocupasiones; o no saben; o no le gusta. ¿C’hasemos, buscamos a un militás bragao, “que ponga orden, dánd’ostias”? Pa’so, no me mire a mí.
-¡P’otros, habrá!
-¡Los que yo voto! Y también critico. Pero no desd’aquí, en la barra de la tasca.
-Paisano, ¿no se pondr’osté, a vosiferas, sobr’un cajón en Jay Park?
-Jeso se lo deja usté, Curro, a los británicos. Yo acudo ar movimiento siudadano, a foros donde los políticos se sientan, explican, y se dejan preguntás. ¡Allí es donde se protesta y da caña!
-Ya me gustaría a mí, pillás a más d’uno. Más, si es sindicalista.
-Pos, le repito lo de los políticos, pae. ¡Preséntese usté! Que lo hará mejós. Sobre to con esta Reforma laborás que impone la patronás, con amenasas de dejásnos; ¡será embarasaos!, pos otra cosa peós de lo que ya’stamos, no me la imagino, Curro.
-¡Y Suisa, ganándonos, en er primés partío! Osté sabe: mi chicuela d’aguardiente… y, eso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario