LA LASTRA

-Rafalita, invit’usté a mi amigo Curro que, ya mismo, con er verano de por medio lo voy a vés poco.

-Paisano, ¿ya se v’osté pa la playa?

-No, Curro. Lo que pasa’s que’r calós v’hasés que no venga pa Córdoba jast’ostubre. N’ostante, la semana que viene toavía vendré.

-Pos ya me dir’osté, en que v’a parás to’sto que se mos viene’nsima.

-Pa que to jeso yo lo puea sabés, antes, tendré que consurtás mi  oráculo particulás, Curro.

-Paisano, con tantos asfaires, yo ya no sé pa dónde mirás pa no deslocalisasme.

-Pae, con to lo bien que’stab’osté cuando no pensaba, jast’a mi m’está’sté deslocalisando.

-Pos ya somos dos más. Que’s lo que yo creo que mos pasa a tós. Jasta’r jefe de la derecha’ndalusa, er señós Arenas, se larga der cargo.

-Bueno, Curro, pero tampoco dramatis’usté. Se va pa Madrí, buscando’tros aires que le sean más propisios entre los elestores.

-Pos pa mí, mos perdemos uno de los políticos más desentes der panorama’ndalús.

-Yo no le voy a llevás la contraria, Curro, pero, siendo brillante, no's er único. Y, por otro lao, d’aquí a los prósimos comisios, tien que pasás muchas cosas.

-Paisano, pos como sean iguás a las que mos rodean, mos afisiarán. Y’ha vist’osté que los cuarenta mís millones pa Bankia, s’han convertío en sien mís.

-Sí, Curro, y que no pase d’esa sifra. Por c’ahora resurta que no’s sólo Bankia, que son más los Banco’n apuros. Y como los mercaos de marras no dejan d’atosigás, la Merkes dise que nos vigilará.  

-Si’s pa que tantos gorfos dejen de robás, jeso no’stará más.

-Lo malo, Curro, es que’n jeso no’ntrará. Se limitará a presionás pa redusís los logros der estao der bienestás.

-Paisano, mos tenemos que mentalisás que’r estao der bienestás no mos lo podemos costeás.

-¿Y a tanto gorfo?, juno’squirmando fondos de los c’han jorrao tantas creaturas; y otros llevándose sus capitales a los paraísos fiscales, pa no cotisás, ¿no v’usté c’a jesos sí que los tien que controlás?

-Jeso yo, paisano, lo doy por un asunto tramitao. Rajoy, otra cosa, no la v’a tolerás.

-Pos que’mpiese po’r presidente der Podés Judisiás. Ar meno’n er Congreso, permitiendo que vay’a declarás.

-Sin embargo, paisano, er Supremo no’stá por atendés la denunsia d’esos delitos de que l’acusan.

-Si se deside a dimitís este nota, Curro, s’escapará de rositas. Pero’r personaje ti’un rostro que se lo pisa.

-Ya veremos. No sería’r único, y con muchos más delitos, paisano, los c’andan suertos viviendo der cuento.

-En fin, pero pos lo pronto, lo más grave’stá por llegás con la caña que nos dan los mercaos de prestamistas, y l’atosigante prima de riesgo. Ossesionaos con jasés más pobres a los que ya lo son.

-Redusís gastos, no es querés que la gente sea más probe. Pero yo no quieo discutís.

Así que, como’ste sabe, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo…