viernes, 9 de abril de 2010

LA LASTRA

-Paisano, ¿cómo’scapó, osté, de la semana de pasión? Pos, después de to’r trajín d’esos días, ahora, entre lo der mallorquís Matas, er Gurtes en Valensia, y Garsón dándoles caña, vayas pascuas floridas que mos’ha presentao.
-Pos mir’usté, Curro, c’a mí se m’hase que, con to’r escándalo que son capases d’organisás siertos políticos, pa mangás, arguien v’a tenés que ponésle argún remedio, er PP, vaya. Ahí ti’usté a los de Gurtes, ya era hora, y no sólo entre los valensianos, no s’orvide usté de Madrí. Y si la fiansa puesta’r de Baleares nos paresía gorda, ni le digo a los valensianos: doscientos millones tién que ponés sobre la mesa, pa respondés a toa la sangría de pasta gansa c’han provocao.
-Con jeso, ¿osté cree c’habrá bastante?
-Yo qué sé, Curro. Jeso, n’ha sío una merienda, vamos, sino las bodas de Camacho y er festín de Bartasar. Esperemos qu’esto ya, sea’r prinsipio der finás.
Y der ambiente que s’ha vivío’stos días, con to’mpetao, a mí se me barrunta que las cosa’stán cambiando respesto a la crisis.
-¿Osté’stá d’acuerdo, Rafalita? ¿S’ha notao más negosio’stos días?
-Sí, Curro. Desde el jueves santo, hasta últimas horas del domingo, ni crisis ni nada. Hacía años que no se había presentado tanto ambiente, aquí en la taberna, sí señor. Porque servidora no ha podido ir a otro lado.
-Vaya, paisano, le voy a tenés que d’osté la rasón, posque, parese sés, jesa ha sido la tónica d’stos días.
-Sí, aunque luego vendrá’r tío paco con la rebaja, y la notisia, Curro, de qu’en er 2009, los bancos eliminaron más d’ocho mís puestos de trabajo, nos pondrá ante la crua realidá, ahora’n er 2010.
-¿Osté, no ve c’aquí, jemos pasao años y años, que cuando se vía una reforma’n un locás comersial, era pa’n Banco c’abría ofisina. N’ha’bío más que Bancos y tabesnas.
-No, Curro, jeso er’antes. Tabesnas ya n’hay tantas. Ya vi’osté lo que desía Rafalita er otro día. Y es que las familia’spañolas, ahorran un euro de cada cuatro que ganan.
-Jeso’stá bien, paisano. Tanto despifarrás no pué sés bueno pa’n país.
-Pos que sep’usté que la cuantía totá’horrada, arcansa serca de sincuenta mí millones.
-¡Una pasta!, paisano. Pos jeso le da un respiro’r gobiesno.
-Y tanto, Curro. Pero’so tié su lao negativo, pos deja de sirculás tan importante cantidás, y acarrea qu’er paro no se frene.
-Po’si er paro va’star presente más tiempo, me temo lo peos, paisano. Más, trabajo ilegás y dinero negro ar canto, con un'economía tersermundista.
-No tié porqué. Si l’autoridades cumplen con s’obligasión, y denunsian a to’r qu’estafe.
-Pos tendrán que ponés un impestós detrás de ca uno de mosotros, pa controlás.
-Ya sería hora, y c’aflojen un poco la afisia contra Garsón, qu'es ar único que controlan.
-Jes que Garsón, paisano, s’ha desmadrao, sartándose la norma, y atribuyéndose competensias que no le correspondían.
-Curro, cuand’un responsable de la justisia, ve que s’están cometiendo atropellos, ¿cómo no v’astuás? Con lo que yo disfruté cuando metió’n sintura’n Londres a Pinochés. Y de los militares de la distadur’argentina, ni le cuento. ¿Sab’usté, lo que de verdá l’ha perjudicao? Se lo voy desís yo: C’ha querío investigás las tropelías y muertes aquí, de la distadura der patas cortas. ¡Jeso na más!
-¿Y quién l’ha dich’osté, jeso?
-Er diario, Curro, usté lo pué vés en er diario.
-A osté, le gusta leés pegos, paisano, qu’es lo que pone’r diario, a vés si se v’osté’nterando.
-Ya m’estrañab’a mí, que no saliésen sus monomanías.
-Pos ya sab’osté, yo, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo… ¡ahí quea!

No hay comentarios:

Publicar un comentario