viernes, 30 de abril de 2010
LA LASTRA
-Paisano, la semana pasá no le pregunté cómo veí’osté, er pantano de mostro pueblo; tengo’ntendío c’aquello es una feria.
-Sí, Curro; no s’había vuerto a llenás, hast’ahora, desde que lo construyeron. Como ha llegao er buen tiempo, con la nieve de Graná derritiéndose, pos to’r mundo v’a velo.
-La gente no se quié’stás en su casa y, si jase farta, se va a una manifestasión.
-No se crea’sté; er sábado yo’stuve en la de Garsón y, me pregunté, dónde’starán los revindicadores d’antaño.
-¿C’había que revindicás, paisano? De Garsón, recuerd’osté, y’hablamos a propósito de cómo s’estaba tomando la justisia pos su cuenta, si’ncomendase ni a dios ni’r diablo.
-¡Que no jeso!, Curro; que le tién ojerisa, algunos colegas, y muchos fachas, y no van a soportás que saque a relusís los crímenes de lesa humanidá, cometidos, en la posguerra insivís esa que padesimos.
-Bueno, pos, si lo jusgan, se verá si quién l’ha denunsiao se sale con la suya.
-Pa’so, tendrían qu’esistís garantías de qu’er tribunás es independiente. Y tás, como’stá la credibilidá d’er patio d’esta institución, ¿quién se fía?
-Pos, con tales prejuisios, apag’osté, paisano, y bajamos la persiana. ¿O’speramos un estraterrestre?
-A lo’straterrestres no los nombre usté, c’hay un sientífico mu sabio, que recomienda salís corriendo si aparesen.
-Paisano, si jeso, se lo vengo disiend’osté: iguás c'a los políticos. ¿O’s c’argunos no tién peligro?
-Ya’stá usté, Curro, con la retranca. Jesos entes, c’usté teme, perteneserán a Babia, o a la cueva d’alí babá, y ya sabemos de dónde renquean.
-Aquí, lo que convenía, paisano, es vés, primero, ar gobiesno das ejemplo, y despoés llamás a l’orden a los magistrados.
-¿Usté’s que no llegó a conoser a Montesquieu?, Curro.
-¿A quién?... Mejós déjelo’sté. Der que m’acuerdo mucho es de Arfonso Guerra, de Pedro Pacheco o, Arfonso désimo er sabio, que, como su propio nombre’ndica medió pa que la cosa mejorase’sta tierra de garbansos.
-Ya veía yo, Curro, argo, pa que los patios en mayo, jechásen jesas flores, y estuviesen tan bellos ya.
-Y, con tant’olós, paisano, pa que s'orvíe uno, de la qu’está cayendo. Pos Gresia’stá atrapá, con la dichosa cresis, y mos v’a jundís a tós, con ella. Y, osté sabe; a los tiesos, nadie mos v’a sarvás. Ni Alemania, ni ná.
-No lo vea usté to tan negro, y mireme a mí, Curro. M’he puesto a invertís, en er serdo ibérico de la dehesa de Los Pedroches, pos, cuando los americanos descubran lo qu’esos bichos dan, ¡ni hamburguesas, ni kichen, ni ná!, pae.
-Son mu’scrupulosos, paisano, no los veo yo, metiéndole mano a los serranitos en manteca.
-No dig’usté’so. Pos lo menos, a los que vemos aquí, bien que les gusta se lo’mbasen ar vasío, pa lleváselo p’allá.
-¿Osté cré? Pos a vés si ti’osté suerte, c’aquí jese v’a sés l’único recurso serio d’energía que vamos a podé’sportás, pa lenvantá cabesa, paisano.
-¡Pos no le digo!; a partís d’este verano, Curro, ver’usté salís de Covap, jamones pa USA.
-¡Sí!, pero que mos dejen arguna paletilla de bellota, pos lo menos un retrato, pa sabés cómo era.
-P’usté, ¿no tié ya l’aguardiente de nuestro pueblo…? Argo, es argo, Curro.
-Paisano, per’osté, no vaya disiéndolo por ahí… Vay’a sés que también les guste’sos gringos.
-Sí, Curro; no s’había vuerto a llenás, hast’ahora, desde que lo construyeron. Como ha llegao er buen tiempo, con la nieve de Graná derritiéndose, pos to’r mundo v’a velo.
-La gente no se quié’stás en su casa y, si jase farta, se va a una manifestasión.
-No se crea’sté; er sábado yo’stuve en la de Garsón y, me pregunté, dónde’starán los revindicadores d’antaño.
-¿C’había que revindicás, paisano? De Garsón, recuerd’osté, y’hablamos a propósito de cómo s’estaba tomando la justisia pos su cuenta, si’ncomendase ni a dios ni’r diablo.
-¡Que no jeso!, Curro; que le tién ojerisa, algunos colegas, y muchos fachas, y no van a soportás que saque a relusís los crímenes de lesa humanidá, cometidos, en la posguerra insivís esa que padesimos.
-Bueno, pos, si lo jusgan, se verá si quién l’ha denunsiao se sale con la suya.
-Pa’so, tendrían qu’esistís garantías de qu’er tribunás es independiente. Y tás, como’stá la credibilidá d’er patio d’esta institución, ¿quién se fía?
-Pos, con tales prejuisios, apag’osté, paisano, y bajamos la persiana. ¿O’speramos un estraterrestre?
-A lo’straterrestres no los nombre usté, c’hay un sientífico mu sabio, que recomienda salís corriendo si aparesen.
-Paisano, si jeso, se lo vengo disiend’osté: iguás c'a los políticos. ¿O’s c’argunos no tién peligro?
-Ya’stá usté, Curro, con la retranca. Jesos entes, c’usté teme, perteneserán a Babia, o a la cueva d’alí babá, y ya sabemos de dónde renquean.
-Aquí, lo que convenía, paisano, es vés, primero, ar gobiesno das ejemplo, y despoés llamás a l’orden a los magistrados.
-¿Usté’s que no llegó a conoser a Montesquieu?, Curro.
-¿A quién?... Mejós déjelo’sté. Der que m’acuerdo mucho es de Arfonso Guerra, de Pedro Pacheco o, Arfonso désimo er sabio, que, como su propio nombre’ndica medió pa que la cosa mejorase’sta tierra de garbansos.
-Ya veía yo, Curro, argo, pa que los patios en mayo, jechásen jesas flores, y estuviesen tan bellos ya.
-Y, con tant’olós, paisano, pa que s'orvíe uno, de la qu’está cayendo. Pos Gresia’stá atrapá, con la dichosa cresis, y mos v’a jundís a tós, con ella. Y, osté sabe; a los tiesos, nadie mos v’a sarvás. Ni Alemania, ni ná.
-No lo vea usté to tan negro, y mireme a mí, Curro. M’he puesto a invertís, en er serdo ibérico de la dehesa de Los Pedroches, pos, cuando los americanos descubran lo qu’esos bichos dan, ¡ni hamburguesas, ni kichen, ni ná!, pae.
-Son mu’scrupulosos, paisano, no los veo yo, metiéndole mano a los serranitos en manteca.
-No dig’usté’so. Pos lo menos, a los que vemos aquí, bien que les gusta se lo’mbasen ar vasío, pa lleváselo p’allá.
-¿Osté cré? Pos a vés si ti’osté suerte, c’aquí jese v’a sés l’único recurso serio d’energía que vamos a podé’sportás, pa lenvantá cabesa, paisano.
-¡Pos no le digo!; a partís d’este verano, Curro, ver’usté salís de Covap, jamones pa USA.
-¡Sí!, pero que mos dejen arguna paletilla de bellota, pos lo menos un retrato, pa sabés cómo era.
-P’usté, ¿no tié ya l’aguardiente de nuestro pueblo…? Argo, es argo, Curro.
-Paisano, per’osté, no vaya disiéndolo por ahí… Vay’a sés que también les guste’sos gringos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario