domingo, 26 de septiembre de 2010

LA LASTRA

-¡Ea, paisano!, aquí tié osté otra d’esas que consiente’r gobiesno. A partís der uno d’ostubre, er resibo de la lus se mos pone en casi un sinco por siento más caro.
-Sí, Curro; pa que luego usté se estrañe de las quejas der personás. Pos c’ar que tié pasta, estas cosas le resbalan.
-Pero, paisano, hoy ¿quién tié pasta? Si tó’stamos más tiesos que las ballenas d’un corsé.
-¡No! Tós no’stamos en las mismas sircunstansias. Aquí, hay que teneslo claro, argunos siguen ganando muchos dineros.
-¿No le parese a osté esasgerao desís jeso?
-Curro, si cre usté que esasgero, sig’usté ojeando er rotativo que tién las manos, pa veslo claro, vamos, que me queo corto. Lo que encontrará, le demostrará que llevo rasón.
-La verdá, no sé a qué se refier’osté.
-Mu sensillo, er incremento der IRPF que´r gobiesno dise preparás para las rentas más artas, que le afestará a, pos lo menos, unos siento sincuenta mís compatriotas nuestros, que ganan entre siento veinte mís y más de seisientos mís euros, ar año.
-Como l’hag’osté caso a las fantasías de Setapé, v’acabás, paisano, casando moscas pos la calle.
-Jeso, es lo que le v’a ocurrís a muchos desgrasiaos que, como esto no cambie, pronto no tendrán na que llevase a la boca, mientras otros siguen jasiendo ostentasión de sus posesiones.
-Yo, lo que veo es que la gente tié p’ató. Y si no, des’osté una vuertesitas por los bares, los fines de semana.
-Serán argunos de la capitás, y en siertos barrios pudientes. Pos, en er pueblo, Curro, los tabesneros se suben pos las paeres. Usté n’ostá viendo que ni los funsionarios munisipales están cobrando, por culpa de los raquíticos recursos der consistorio.
-Pos será allí, paisano, y me cuesta creslo, ¿o es que no sabemos que la gente lo que quié es ís ar paro, pa cobrás er sussidio, y, además, trabajás en otra cosa sin declarás? Los ingresos, los curritos los tién aseguraos.
-¡Eso; sin pagás impuestos! Ni los que los emplean, que’s peós. La leyenda negra, inventá por argunos, pa desprestigiás un sistema tan avansao y solidario como er d’este país, cuando dejó d’esistís er distadós, está jasiendo mucho daño.
-Es c’a nadie mos gusta que mos metan la mano en la cartera, desengáñes’osté.
-Pero, adónde irá si no la sensibilidá sosial y humanitaria, Curro. Pos; aparte de que son necesarios para el sostén de los servicios públicos, vea usté, las propuestas que muchos líderes der mundo; y desde luego er secretario general de la ONU, pos no señalás a Sapatero, han hecho estos días, como osjetivo para este milenio, en favós de la salús de mujeres y niños de países deprimidos.
-¡Tan largo me lo fiáis¡ Argumentaba er clásico, paisano.
-¡Sipote!, Curro. Me’stá usté anonadando con sus, raras pero elocuentes, sitas; pae.
-Bueno, es c’a uno, nunca l’ha paresío oportuno señalarse como un cursi.
-En fin, pos mí no lo haga. Pero, vorviendo a lo antedicho, sarvás diesiséis millones de vidas humanas, es una propuesta noble a la que estaría bién sumasnos, tós.
-Sí; si como intensión, paisano, está superiós. Pero, dígam’osté, cómo. Con er défisit c’arrastramos en este país. Y yo, digo: a vés, Setapé, cómo jase er milagro, con er proyesto de presupuesto pa’r dosmís once.
-Yo, sólo le quiero señalás a usté, Curro, que la crisis económica es el resultao mundiás de una política condusida por los grandes grupos finansieros; y no fruto der despilfarro de proletarios, y, a éstos, es presisamente, a los que quieren cobráselo.
-Pos, yo, le digo, paisano, que lo desagradable que le resulta a m’hijos tenés que despedís personás, con la caída en picao der negosio de la joyería, es un trago que no se lo desean a nadie. Y, pos no jaséslo, están perdiendo los dineros.
-Noble prosedés, Curro, que no caerá en saco roto, espero.
-¡Sí!, pero si, además, er gobiesno l’aumenta lo’mpuestos, la ruína c’a ves está más serca.
-No, Curro; si me presio de conoseslo a usté y a sus hijos, los que, me consta, utilisan la inteligensia, más que la malsana ambición, para su negosio. Y estoy seguro: los empleaos no estarán ajenos a ese buen talante.
-Qué sé yo, paisano, como ahora nos metamos en güergas van y güergas vién, como to lo que los sindicatos proclamen, me temo lo peós.
-L’último será er pesimismo; a pesás de to somos un país civilisao.

-Bueno, a vés si mos llevamos bien, paisano. Mientras, yo, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo…, per’osté no vaya disiéndolo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario