domingo, 3 de octubre de 2010
LA LASTRA
-Paisano, con sinseridá, dígam’osté si la güerga generás no ha sío una pantomima.
-Curro, ¿usté dónde’stuvo pa desí jeso con conosimiento de causa?
-¿Dónde iba’stá?, en la calle.
-Pos yo, me vine der pueblo pa partisipas en la manifestasión, y por donde pasé, tanto allí com’aquí, pa unirme a la consentrasión, mucho’stablesimientos tenían serrao con un cartelito asvertiendo que’ra día de huerga.
-Pos, lo que’s yo, paisano, no los ví jasta que comensó a pasás la manifestasión por sus puertas y, cuando acabaron de pasás, los quitaron y subieron las persianas. A los sindicatos los tién mu calaos, ya.
-Es inútil intentás rasonás con usté. Qué tié que vés, que le guste más o guste menos er personás sindicás. Aquí, lo qu’interesa es c’haya sindicatos y que lo hagan bien, y sepan denunsiar que a uno, o a toa la clase trabajadora, l’han metío un deo en un ojo, y, pa eso, pae, es bueno estás organisao. Claro, c’hay que afiliarse y no pasás indolentemente.
-¡Hombre!...
-¡Si un energúmeno, o muchos, anda por ahí dejando a la gente tuerta, ¿nos vamos a callás?: los agredidos reclamarán atensión de quien tié’n su mano prestásle ayuda, y parás ar agresós, Curro. ¿O no?
-Osté, recurre a una metáfora que mos desvía de la custión.
-No sea usté terco, y reflesione. Las clases menos pudientes han sido pasto, como siempre, de manupulasiones bastardas pos parte de los mercaos finansieros, que a su ves jan sío estafaos por uno d’ellos mismos, to ante las narises de las autoridades que tenían c’habés vigilao. Y ahora, er dinero que farta, pa sostenés er sistema capitalista, que’s er bueno, disen, los gobiesnos, er nuestro entrellos, lo’stán poniendo a nuestra costa.
-¡Sipote!, me’stá osté líando.
-No, Curro, yo no; er lío, lo tién los que siempre l’han líao.
-Pero, a mí, dígam’osté, paisano, ¿a qué ha venío una güerga generás, con toa la cresis que tenemos en los arto?
-Jeso’s mu sensillo, Curro. La crisis que tenemos en lo arto, tié su origen en que’r dinero que sirculaba s’acabao. Y la’mpresas, las que funsionaban con créditos c’hora no tién, no puén pagás; y si no pagan, lo’mpleaos no llevan er josnás a su casa, y, ya me dirá usté, ¿sin dinero de qué vamos a vivís?
-No; si como’stán la’mpresas lo sé por m’hijos. Pero, yo’nsisto, ¿la güerga va resorve’r poblema?
-La huerga generás, Curro, como’tras movilisasiones, lo que pretende’s que’r gobiesno no siga con la reforma laborás que’stá llevando acabo, a costa de eliminás los derechos de la clase trabajadora, conquistaos a lo largo d’un siglo, pa que’r sistema de produssión vuerv’a ser to lo produstivo, pa su propio benefisio, que’n los tiempos de la mano d’obra d’arpargata barata, sin acordáse que gobesnás a base de decretos pasó a la historia. Er capitás, Curro; los mercaos finansieros, jase un siglo, tuvieron c’asestás negosiás con la fuersa der trabajo si querían sostenés su sistema, es desís, vivís de las rentas. Vorver atrás, supone, repetís los mismo’rrores d’entonses, y la macabra historia, que pa qué recordás.
-Osté carga las tintas, paisano, sobre’r sistema c’ha permitío un estao de bienestás c’aún tamos disfrutando.
-Sí, grasias a los trabajadores, pero, por ese camino, sólo quedará pa los pudientes, las clases dominates de siempre. Y como, los que nos magonean, son mu sutiles, usté y yo tal vez no lo veamos pero, ¿qué será de los niños de ahora?; sus nietos, Curro.
-Paisano, jasí, viéndolo tan negro, me pon’osté mar cuerpo.
-Pos jeso, que se le ponga a los que tié’n sus manos no arrollás la disnidá der personás.
-Peremos, superás er bache. Pos lo pronto, ¿ha visto’sté?: la capitalidá curturás uropea de mostra siudá, par dos mís diesiséis, ya’stá más serca.
-Arguna alegría, Curro, nos tenían que dás, ar menos a esta siudá y provinsia, y también pienso que a tós los andaluses, que buena farta que nos jase.
-En jeso’stoy con osté. Si ar finás, si se quea’quí, a to’r sús le vendrá mu bien. Mientras, paisano, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo…, per’osté sabe…
-Curro, ¿usté dónde’stuvo pa desí jeso con conosimiento de causa?
-¿Dónde iba’stá?, en la calle.
-Pos yo, me vine der pueblo pa partisipas en la manifestasión, y por donde pasé, tanto allí com’aquí, pa unirme a la consentrasión, mucho’stablesimientos tenían serrao con un cartelito asvertiendo que’ra día de huerga.
-Pos, lo que’s yo, paisano, no los ví jasta que comensó a pasás la manifestasión por sus puertas y, cuando acabaron de pasás, los quitaron y subieron las persianas. A los sindicatos los tién mu calaos, ya.
-Es inútil intentás rasonás con usté. Qué tié que vés, que le guste más o guste menos er personás sindicás. Aquí, lo qu’interesa es c’haya sindicatos y que lo hagan bien, y sepan denunsiar que a uno, o a toa la clase trabajadora, l’han metío un deo en un ojo, y, pa eso, pae, es bueno estás organisao. Claro, c’hay que afiliarse y no pasás indolentemente.
-¡Hombre!...
-¡Si un energúmeno, o muchos, anda por ahí dejando a la gente tuerta, ¿nos vamos a callás?: los agredidos reclamarán atensión de quien tié’n su mano prestásle ayuda, y parás ar agresós, Curro. ¿O no?
-Osté, recurre a una metáfora que mos desvía de la custión.
-No sea usté terco, y reflesione. Las clases menos pudientes han sido pasto, como siempre, de manupulasiones bastardas pos parte de los mercaos finansieros, que a su ves jan sío estafaos por uno d’ellos mismos, to ante las narises de las autoridades que tenían c’habés vigilao. Y ahora, er dinero que farta, pa sostenés er sistema capitalista, que’s er bueno, disen, los gobiesnos, er nuestro entrellos, lo’stán poniendo a nuestra costa.
-¡Sipote!, me’stá osté líando.
-No, Curro, yo no; er lío, lo tién los que siempre l’han líao.
-Pero, a mí, dígam’osté, paisano, ¿a qué ha venío una güerga generás, con toa la cresis que tenemos en los arto?
-Jeso’s mu sensillo, Curro. La crisis que tenemos en lo arto, tié su origen en que’r dinero que sirculaba s’acabao. Y la’mpresas, las que funsionaban con créditos c’hora no tién, no puén pagás; y si no pagan, lo’mpleaos no llevan er josnás a su casa, y, ya me dirá usté, ¿sin dinero de qué vamos a vivís?
-No; si como’stán la’mpresas lo sé por m’hijos. Pero, yo’nsisto, ¿la güerga va resorve’r poblema?
-La huerga generás, Curro, como’tras movilisasiones, lo que pretende’s que’r gobiesno no siga con la reforma laborás que’stá llevando acabo, a costa de eliminás los derechos de la clase trabajadora, conquistaos a lo largo d’un siglo, pa que’r sistema de produssión vuerv’a ser to lo produstivo, pa su propio benefisio, que’n los tiempos de la mano d’obra d’arpargata barata, sin acordáse que gobesnás a base de decretos pasó a la historia. Er capitás, Curro; los mercaos finansieros, jase un siglo, tuvieron c’asestás negosiás con la fuersa der trabajo si querían sostenés su sistema, es desís, vivís de las rentas. Vorver atrás, supone, repetís los mismo’rrores d’entonses, y la macabra historia, que pa qué recordás.
-Osté carga las tintas, paisano, sobre’r sistema c’ha permitío un estao de bienestás c’aún tamos disfrutando.
-Sí, grasias a los trabajadores, pero, por ese camino, sólo quedará pa los pudientes, las clases dominates de siempre. Y como, los que nos magonean, son mu sutiles, usté y yo tal vez no lo veamos pero, ¿qué será de los niños de ahora?; sus nietos, Curro.
-Paisano, jasí, viéndolo tan negro, me pon’osté mar cuerpo.
-Pos jeso, que se le ponga a los que tié’n sus manos no arrollás la disnidá der personás.
-Peremos, superás er bache. Pos lo pronto, ¿ha visto’sté?: la capitalidá curturás uropea de mostra siudá, par dos mís diesiséis, ya’stá más serca.
-Arguna alegría, Curro, nos tenían que dás, ar menos a esta siudá y provinsia, y también pienso que a tós los andaluses, que buena farta que nos jase.
-En jeso’stoy con osté. Si ar finás, si se quea’quí, a to’r sús le vendrá mu bien. Mientras, paisano, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo…, per’osté sabe…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario