domingo, 16 de enero de 2011

LA LASTRA

-Paisano, menos ma que los sindicatos s’están tentando la ropa, antes de seguís adelante con la güerga generás.
-Y menos ma que, er gobiesno, jestá suavisando las dichosas medías que pretendían cargás to’r coste de la crisis, a los trabajadores.
-A los trabajadores sólo, no. Pos, a la’mpresa, si tié poblemas, le v’a jasés imposible despedís a nadie, con los requisitos c’hay que reunís.
-Es que’s mu bonito, Curro, mandás a la gente a su casa, a chupás de la teta de’r Estao, mientras ellos tién su dinero calentito en un paraiso fiscás.
-La competensia, paisano, de tantos países que disponen de mano d’obra barata, a la’mpresas d’aquí, que soportan tantos derechos sociales, l’afisian.
-Es que to, no’stá’n la mano d’obra barata, isnorando er derecho a las prestasiones sosiales conseguidas con mucho dolós y sacrificios, d’un siglo p’acá.
-Pos, pa salís a los mercaos, jay c’ofresés güenos presios, paisano.
-¡Y calidá!, y ésto, sin mano d’obra cualificá, por ajorrás, es imposible. Los benefisios, tién que venís de una política empresariás inteligente, pagando a los colaboradores.
-Con la dificultá que tién pa conseguís créditos finansieros, osté me dirá.
-Curro, jese’s un asunto que lo’mpresarios tién que resorvés; es que sés empresario, usté lo sabrá por sus hijos, no es cuarquiera.
-¡Qué me v’a desís, osté!, con los quilibrios que veo que jasen ellos.
-Pos, jeso. ¡Y uniéndose ante lo’speculadores c’han provocao la caída de la economía! Así, y con la estima der personás, que ve a sus patronos batirse el cobre, se superará tanta manipulasión.
-Si no tuviesen que dependés tanto d’ellos, que son los que prestan er dinero…
-Sierto; y también los más interesados en prestáslo, porque bien que sacan las jasauras a quien cae en sus manos. Si juviese más gente unida frentes a los george soros, jim rogers y demás especuladores finansieros, ya veríamos cómo reassionaban.
-Paisano, pero tién mucho podés. Además, sin pasás pos la taquilla de lo’mpuestos, acomodaos en sus paraísos fiscales.
-Sí, pero er dinero que’engordan, no pué’stá sin movimiento. Tién qu’invertís, y en saliendo de sus madrigueras, quedás en situación de sés obligaos a pagás.
-Jeso, no lo tengo yo tan claro.
-Si tós pusiésemos nuestro grano d’arena, ya verí’usté. Jase unos días los tésnicos d’Hasienda, declaraban a los medios de comunicasión, que si se combatiese’r fraude fiscal con la misma gana que ponen pa subís la edá de jubilasión, se recaudarían fondos pa cubrís er dinero que se quieren ahorrás con jesa medida.
-Paisano, jese’r cuento de la lechera.
-Una realidá como un templo, Curro. La economía española tié un volumen de negosio que no se refleja en la política fiscás. L’únicos que no se’scaquean, porque no puén, to jay que desíslo, son los que tién nómina.
-Pos, jesos ca vés son menos; essesto los funsionarios que lo tién más fásil.
-De momento, Curro. Ya veremos con la reforma que tié’n marcha la’sministrasión.
-Lo que tenga que sonás, sonará, paisano. Yo, mientras, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.

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