domingo, 2 de enero de 2011

LA LASTRA

-Ustedes tengan un venturoso año nuevo.
-Rafalita, jeso mismo le deseo yo a usté.
-Pos, ni desís que, ajolá’r 2011, reforme lo que’r marditamare que s’ha ío, mos ja’casionao.
-Por mucho que se quiea remediás, Curro, lo malo que trajo, de momento aquí’stá.
-Y, que mos queemos como’stamos. Pos, jasta’r tabaco, mos lo va quitás.
-Que to lo chungo, fuera jeso.
-¡Claro!, paisano, como’sté ya no fuma.
-Ni usté, Curro. Así que, no diga pegoletes, es lo mejós que jisimos. Yo, va pa veint’años que lo dejé, en buena hora, por sierto.
-Pos mir’osté, a mí, un sigarrito; sin que me vean mis hijos, arguna calá me gusta, todavía. Y, a osté Rafalita, qué le parese…
-A servidora, ya no le dejan más que la noche; vamos, cuando haya cerrado.
-¡Pos, mejós pa tós! Er tabaco, no pué das más que dijustos.
-Más dijusto mos da Setapé, y no mos lo quitan der gobiesno.
-¿Y a quién ponen?, Curro. ¿Usté ve a arguien que puea mejorá’r desaguisao de los mercaos finansieros?
-¡Cuarquiera!, paisano. Decretaso ar canto: quitando cargos inútiles, impuestos gravosos, y to´r mundo arrimando’r jombro, a vés si d’una ves la’mpresas levantan cabesa.
-Se la’rvidao usté, que se pare’r diluvio que’mpesó con er otoño. Pos, jeste, sigue sin dás tregua. Ya c’habl’usté de decretos, pae.
-Er diluvio, se mo’scapa a los humanos.
-Pos, lo c’usté le píe ar gobierno, Curro, ni le cuento. Y sep’usté que, a mí, er sierre d’empresas me duele. No le digo, si son pequeñas o medianas.
-Pos jeso; y to, porque los impuestos l’afisian. Ahí ti’osté, ar paisano Berhanyes, o como sea, c’ha sío una d’esas. Y, no será que no era famoso.
-Bueno; lo d‘ese hombre, Curro, tié más que vés con los muchos gastos c’acarreaba su negosio, no d’impuestos, presisamente. Y, yo, desde luego, me solidariso con él.
-Yo, no tengo tanta informasión, paisano. Pero lo sierto es que’r asunto es grave.
-Gravedá, Curro, es la situasión de tantas familias que’stán sin que’ntre un josnás en casa.
-Pos, mientras lo’sindicatos y los partidos, o los políticos, no jagan argo, er asunto pinta bastos.
-Ya, pero, con er pepé, usté no cuente. Ellos, arrimás, lo que se dise’r jombro, no; en to caso, estopa’r fuego. Pos lo pronto, nos auguran un año doloroso si no jay elessiones.
-¿Osté ve?, lo que yo le digo.
-Sí. ¿Pero no creer’usté qu’ellos tién una varita mágica? Cuando lleguen ar gobiesno impondran lo que los finansieros digan. Y más miserias pa tós. N’ostante, lo mejós pa superás escollos es tenés en cuanta a la patronás que, por sierto, estrena presidente.
-Lo que’stá jasiendo Setapé, es lo que le disen juera d’España, sin atendés ni a unos ni a otros.
-Y, mientras, a subíslo to, menos la’stima der personás, empesando con la esplosiva de la lus, er gas, er billete d’autobús y trenes, los combustibles… Qué sé yo, Curro.

-No sig’osté, paisano. Que dios mos coja confesaos. Mientras, osté sabe, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario