domingo, 23 de enero de 2011
LA LASTRA
-Ha vist’usté, Curro. Ar de la Güikilís, l’ha salío trabajo estra.
-Jese, ¿quienés, er banquero c’han metío’n la cárses por robás datos pa intesnés?
-Bueno, s’usté, lo dise así, vale. Pero’s que, entre los muchos confidentes que se l’están ofresiendo, tié a uno que’s un dirigente bancario cabreao, d’un paraiso fiscás, dándole nombres y datos de los grandes capitales que no pagan ar fisco.
-¿D’España?, paisano.
-De momento, no se sabe. Pero, sean de dónde sean, cuando se sepa, vamos a conoser a más d’un sinvergüensa.
-Es c’Hasienda, paisano, aprieta más c’unos sapatos nuevos er día der corpus.
-Depende d’a quién, Curro. Pos, a más forraos, menos controles p’apoquinás. Usté ya sabe quiénes son los que no no’scapamos de aflojás la guita, religiosamente, a propósito der corpus.
-En tós laos cuesen jabas, paisano, pos, jay una cantidá de gente, trabajando, y cobrando subsidios que, si der desempleo, si er agrario, y, a lo tonto lo tonto…
-¡Bah!, jeso’s una minusia, al lao de lo que’stamos comentando. Con los impuestos que s’evaden de nuestro país, habría dinero pa cubrís las nesesidades de toa’sa gente que tenemos sin salís der umbrás de la pobresa, con una man’atrás y otra’lante.
-Y, de los políticos, como Felipe y Asnás, c’además de seguís trincando de los presupuestos der Estao, sacan tajá de las murtinasionales, ¿qué ti’osté que desís?
-Jeso, Curro, m’abochosna; no sé que tendrán ellos c’asesorás, ¡pero es lo c’hay con las malas compañías! No m’estraña que luego la gente, no quiá sabés na de tós ellos. Yo, confío en que pronto, arguien ponga orden.
-Po’stá, osté, listo, si piensa que perro muerde a perro.
-No sé cómo, pero soy ostimista, la situasión en la que nos mete la crisis, obligará a sussanás muchos desvaríos. Y, ya’stamos viendo jasés cosas, como la reestrusturasión der sistema finansiero, empesando por las cajas d’ahorros.
-¡Una de las muchas restificasiones que, cada dos por tres, tié c’hasés Setapé! O, ¿no s’acuerd’osté, der decreto que presentó’r gobiesno, en julio? ¿Ya, no le sirve?
-Curro, entonces, se trataba d’impulsás la fusión entre’llas, para eliminás a las más débiles, jasiéndolas competitivas frente a los Bancos.
-Pos, ya v’osté, ahora las quié convertís en jeso, Bancos. La primera c’ha dicho’stá dispuesta es la Caisa.
-Bueno, dispuesta a creás una corporasión bancaria, pero su presidente no’stá por que la caja catalana deje de sés d’ahorros. Claro que, tendrá que demostrás que sigue siendo sorvente.
-Jesa entidá, tié dinero de sobra, paisano, incluso pa invertís en nucleares.
-¡Sipote!, Curro, las nucleares mejós no nombraslas. O, pos lo menos, a los sindicatos.
-Ya. Donde dije digo, hora digo diego.
-Es que no’stá tan claro que, mantenés las sentrales nucleares, pueda compensás de los ajustes de pensiones, y jubilasiones a los sesenta y siete.
-Y, a ellos, ¿qué les preocupa de las nucleares?
-Curro, pos, los sientos de paraos que van a sumasse a los que ya jay. Pero, como quieren estás bien con los verdes, no s’atreven a reconosés que si se construyeran otras, habría más puestos de trabajo.
-Ojú, paisano, cuantos intereses crusaos. ¿Oste sabe?..., pos que yo, mientras, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.
-Jese, ¿quienés, er banquero c’han metío’n la cárses por robás datos pa intesnés?
-Bueno, s’usté, lo dise así, vale. Pero’s que, entre los muchos confidentes que se l’están ofresiendo, tié a uno que’s un dirigente bancario cabreao, d’un paraiso fiscás, dándole nombres y datos de los grandes capitales que no pagan ar fisco.
-¿D’España?, paisano.
-De momento, no se sabe. Pero, sean de dónde sean, cuando se sepa, vamos a conoser a más d’un sinvergüensa.
-Es c’Hasienda, paisano, aprieta más c’unos sapatos nuevos er día der corpus.
-Depende d’a quién, Curro. Pos, a más forraos, menos controles p’apoquinás. Usté ya sabe quiénes son los que no no’scapamos de aflojás la guita, religiosamente, a propósito der corpus.
-En tós laos cuesen jabas, paisano, pos, jay una cantidá de gente, trabajando, y cobrando subsidios que, si der desempleo, si er agrario, y, a lo tonto lo tonto…
-¡Bah!, jeso’s una minusia, al lao de lo que’stamos comentando. Con los impuestos que s’evaden de nuestro país, habría dinero pa cubrís las nesesidades de toa’sa gente que tenemos sin salís der umbrás de la pobresa, con una man’atrás y otra’lante.
-Y, de los políticos, como Felipe y Asnás, c’además de seguís trincando de los presupuestos der Estao, sacan tajá de las murtinasionales, ¿qué ti’osté que desís?
-Jeso, Curro, m’abochosna; no sé que tendrán ellos c’asesorás, ¡pero es lo c’hay con las malas compañías! No m’estraña que luego la gente, no quiá sabés na de tós ellos. Yo, confío en que pronto, arguien ponga orden.
-Po’stá, osté, listo, si piensa que perro muerde a perro.
-No sé cómo, pero soy ostimista, la situasión en la que nos mete la crisis, obligará a sussanás muchos desvaríos. Y, ya’stamos viendo jasés cosas, como la reestrusturasión der sistema finansiero, empesando por las cajas d’ahorros.
-¡Una de las muchas restificasiones que, cada dos por tres, tié c’hasés Setapé! O, ¿no s’acuerd’osté, der decreto que presentó’r gobiesno, en julio? ¿Ya, no le sirve?
-Curro, entonces, se trataba d’impulsás la fusión entre’llas, para eliminás a las más débiles, jasiéndolas competitivas frente a los Bancos.
-Pos, ya v’osté, ahora las quié convertís en jeso, Bancos. La primera c’ha dicho’stá dispuesta es la Caisa.
-Bueno, dispuesta a creás una corporasión bancaria, pero su presidente no’stá por que la caja catalana deje de sés d’ahorros. Claro que, tendrá que demostrás que sigue siendo sorvente.
-Jesa entidá, tié dinero de sobra, paisano, incluso pa invertís en nucleares.
-¡Sipote!, Curro, las nucleares mejós no nombraslas. O, pos lo menos, a los sindicatos.
-Ya. Donde dije digo, hora digo diego.
-Es que no’stá tan claro que, mantenés las sentrales nucleares, pueda compensás de los ajustes de pensiones, y jubilasiones a los sesenta y siete.
-Y, a ellos, ¿qué les preocupa de las nucleares?
-Curro, pos, los sientos de paraos que van a sumasse a los que ya jay. Pero, como quieren estás bien con los verdes, no s’atreven a reconosés que si se construyeran otras, habría más puestos de trabajo.
-Ojú, paisano, cuantos intereses crusaos. ¿Oste sabe?..., pos que yo, mientras, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario