lunes, 9 de mayo de 2011

LA LASTRA

-Ya’stamos otra ves d’elessiones, paisano.
-Curro, es que ya nos coge mu mayores, y er tiempo pasa más deprisa de lo que nos gustaría.
-Será jeso. Primero las munisipales, y en un año las generales. Mos vamos a tenés que quedás a vivís junto a las jusnas.
-Tampoco sasgeremos, pae. Dej’usté’r tiempo corrés tranquilo, que no tenemos prisa.
-No; pero a los der Pepé, ya les gustaría, por er momento tan durse que viven con l’ancuestas tan favorables que tós los días salen.
-Sí; porque de n’ha servío er anunsio de Sapatero de retirarse, pa que los sosialistas tengan un respiro por parte de lo’ncuestaos.
-Jeso’stán más quemaos que la pipa d’un jefe sius, con los chanchullos d’Andalusía.
-Pos, los de Rajoy que no se confíen, porque’llos tién mucho que callás con er caso Gurtes.
-Paisano, tós son como los mismos perros, pero, jeso sí, con distinto collás.
-Usté, ya sabe lo que pienso sobre jeso: los políticos no son estraterrestres. Ca uno tién su papa y su mama. Vamos, Curro, como nosotros mismos.
-Y, a mí, paisano, se m’antoja que como’r mismo Barakobama. Que, mi’osté como no s’andao pos las ramas, y como si’r mismo presidente Bus juera, n’ha tardao en ponése ar frente der comando que la surrao la badana’r mismísimo Bin Laden.
-Uf, Curro; pos, vaya patata caliente que l’asuntito ha puesto’nsima de los despachos de toas las cansillerías ossidentales.
-No lo’ntiendo, paisano. ¿Acaso v’osté mas que s’hayan cargao’r colega?
-¡Curro! La incursionsita, paresía más un encargo de los Cosleone, o de metralleta Nitti, que d’un todopoderoso presidente que sienta sus reales en la Casa Blanca.
-Vamos, paisano. ¿No querría osté, c’antes, huviesen anunsíao la visita?
-¡No! Pero’r respeto a la soberanía d’otros paises, si arguien se la sarta, que no pida luego que lo respeten a ér. Y, los americanos, son mu suyos.
-¡Pos, cualquiera se fía de Paquistán, y toa’sas gente!
-Pae, to’r mundo que’stá legitimao por su pueblo, tié’r derecho de sés respetao.
-Cuando las ratas se meten bajo la mesa camilla, o pon’osté to patas arriba, o un día se pasearan en sus narises, paisano.
-Pero, ¿no querrá’sté, Curro, lleváse p’alante a to’r que’stá sentao a ella?
-No; ahora, pos lo que ma’nterao, van a por el que creen que sustituirá’r difunto.
-Pos, habrá que’nsendés una vela a la virgen, pa que no’sté’n nuestro pueblo.
-Jeso, no’s ningún poblema, paisano. ¿Osté, n’ha visto cómo afinan con los satélites?
-Yo, l’único que veo, Curro, es cómo ca ves estamos más controlaos. Y ensima, c’ahora la gente vote a los der Pepé.
-Y qué. Tendrá c’habés arternansia’n er podés.
-Sí, pero no con los que siempre nos han mangoneao. Yo, de pensás en otro Asnás, me pongo a jasés las maletas.
-Jese presidente, paisano, trajo bienestás, y saneó l’arcas der país.
-Ta’sté listo, creyendo jeso. Con los suyos, volveremos a sometésnos al podés de los Bancos.
-Y, ¿con Setapé, o cuarquiés d’ellos, no? Ya me dir’osté cómo’stamos ahora.
-Siempre más distansiaos, sobretó, si entrara Rubarcaba.
-No lo veo mu claro. Pero, yo, mientras, sab’osté, con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario