LA LASTRA

-Paisano. ¿Qué, me ti’osté que desís sobre lo manifestao po’r oráculo de las jusnas?
-Curro, primero, que me descoloca su novedosa, para mí, faseta “esotérica”, enfatiso’r término, pae. Y segundo, que, com’usté y yo bien sabíamos, estaba cantao.
-Entre mosotros, paisano. Ha resurtao una bocaná d’aire fresco.
-Lo de fresco, será una ironía. Pos, reconoser’usté: er panorama económico no invita a jaserse ilusiones.
-Paisano, es que, l’arcas que dejan los sorprendidos salientes; me temo lo peós, van’ayudás poco a otra cosa.
-Y, sep’usté que, pa los ganadores, v’a sés un caramelito envenenao. Pos, lejos de tenés motivos pa l’uforia, a vés quién va sé’r primero en salí’r barcón munisipás, disiendo que n’hay un euro, y que tendrán que serrar dependensias y echás gente fuera.
-Osté, subestima la capasidá d’un partido tan astualisao, y dispuesto pa’r mundo modesno. Además, paisano, que prometen creás puestos de trabajo.
-Jeso’stá por vés. N’ostante, no s’orvid’usté, c’han sío elessiones munisipales, y argunas autonómicas. Cuando lleguen las generales, ya veremos lo que pasa.
-Aquí, de lo que se trata, paisano, es que sircule’r dinero bancario, pa que lo’mpresarios puean emplear a los paraos.
-Pero jeso, Curro, no’stá’n manos d’arcardes ni diputaos provinsiales. Ni siquiera de’r gobiesno nasional.
-Pos dígam’osté, entonses, pa qué mos sirven los políticos que votamos.
-Curro, según qué políticos, sabiendo que desís en los foros uropeos y universales; donde mangonean las murtinasionales der dinero.
-Sí, pero, a la Telefónica, a vés quién la para, pa que no mande más gente’r paro, vamos.
-Otra; como tantas, qu’intenta quitásse personás qu’esige disnidá’n er trabajo, pa contratás en otras latitudes mano d’obra precaria y sin derechos.
-Lo que disen m’hijos, paisano: la economía libre de mercado, tié jeso.
-Y la farta de leyes en ciertos países. A donde llegán jestos impresentables pa corrompés a los gobesnantes, explotás a sus gentes, y lleváse’r dinero a los paraísos fiscales sostenidos por gobiesnos que disen sés desentes.
-Pero mosotros, pa’vitaslo, no podemos jasés na.
-¿Cómo que no..? Más vigilansia, y sansiones a quienes no cumplan. Mir’usté, Curro; resurta, c’acaban de detenés a uno’mpresarios aquí, preparando un envío d’helicósteros de guerra, que l’han vendío a Irán, desde España. ¿Es que acaso hablamos de tornillos?
-Osté, jeso, ¿cómo lo sabe?
-¡Curro, yo soy una persona informá! Si usté ojease un diario de ves en cuando, también lo sería.
-Paisano, es c’osté sabe que’r diario mos engaña. Pos, ¿cómo se puén escondés jesas maquinas de guerra? Yo, no me lo creo.
-Escusas, pae, pa mirás p’otro lao. Y, si se trapichea con jesos armatostes, ¿con qué no se moverán inmensos capitales ilegales, sin contribuís con los impuestos que son de tós?
-Jesto, paisano, no mos l’arregla ni Moyano’r fontanero.
-Pos, mir’usté por donde, con la movida der 15-M, la de los indisnaos, se me jase a mí que d’aquí p’alante, los gobesnantes van a tenés que’spabilás.
-No sé, pos, yo, todavía, no m’enterao qué’s lo que pién.
-Curro. ¿Usté no s’ha pasao por allí? ¡Jágalo! Y verás gente sensata si las jay.
-Me gustaría, que l’autoridá l’atendiese. Mientras, osté sabe, yo con mi chicuela d’aguardiente de mostro pueblo.