LA LASTRA

-Er remate der tomate, Curro, er cresimiento der paro en enero.
-¿Qué creí’osté, que porque s’hayan sentao a firmás er pasto sosiás, to’staba jecho?
-Pae, ¡como los datos económicos pa las grandes empresas! Ahí ti’usté ar BBVA, como lo’stá mejorando, y uno, pos s’ilusiona.
-Jeso, paisano, será pa los Bancos. Cuch’osté, a Rajoy, preguntásse: “¿A qué viene tanta selebrasión?”, der gobiesno y los sindicatos.
-¡Y de la patronás!, Curro. Es un ejercicio de responsabilidá, de quienes disen sés responsables. Ahora que, Rajoy, paese jorobao con er acuerdo.
-Jorobao, no; asombrao. Como cuarquiera, paisano, ante’r descalabro c’ha traío Setapé, y su gobiesno: pensiones de tiesos pa cobrasla ya momias. ¿Jeso’s pa’stá contento?
-En jeso, tós tenemos mucho que desís, Curro. De ahí, mi comentario sobre los benefisios d’argunos Bancos; pero, no jeso sólo: la Borsa también; y la confiansa en la economía española pa que los Mercaos se lo lleven calentito; y ¡p’acabaslo!: que, aunque la venta de coche’stá pos los suelos, los de lujo se’stán vendiendo’r doble que’r año pasao. ¡Átem’usté jese perro pos la cola!
-Yo, lo que sé’s que la farta de dinero sirculando, tié afisiao ar empresariao.
-¡Pos son l’únicos que lo gastán alegremente!, pos los pringaos, ya me dirá usté cómo…
-Jesos, serán lo’speculadores, paisano, no los que crean puestos de trabajo.
-Otra ves, tendré que dasle la rasón, Curro. Que’n este país es lo que más jay. Si no, de qué, cada ves más gente sin un josnás.
-Pos, Alemania, paisano. Como’n los viejos tiempos, nesesitando migrasión.
-A mí, se me cae la cara de vergüensa, Curro, c’ahora, tengamos que vorvés a jeso, y si m’apura’r estraspeslo.
-Jes lo c’hay. Si no somos competitivos, pos a emigrás, y si no a la benefisensia d’antes.
-No dig’usté falasias, Curro. De la competitividá, y’hemos discutío. Y, prueba d’ello, en er diario, viene c’hay empresas andalusas entrando’n territorio germano, presisamente.
-¿En er diario? Osté, no se crea na, pae.
-Usté, con sus manías; pero tós los medios de comunicasión lo disen.
-Jeso’s camama, porque’staba entre mosotro la frau Merkel.
-¡Vaya! Y usté, pa complasesla, ¿no s'habrá puesto hablá alemán?
-Debés de cortesía, paisano. Pos, después de ponés a Setapé pos la nubes, qué menos.
-Ella, tan contenta; con un colega en la isquierda así, no es pa menos.
-¡Por curpa de su mala cabesa! Tantas alegrías, paisano, no mos podía traés otra cosa. Pero, tendrá c’ataslo corto, porque’n er tema de redusís los salarios…
-Pos, ya podía, también, ís detrás de tanto defrudadós d’Hasienda, c’hay en to Europa.
-No; si’stá bien. Pero, a más produstividá, paisano, más suerdo. Y Setapé, tié que metesle mano a jese asunto.
-Pos, ¿sab’usté, lo que le digo?: Qué la derecha siga’sí, y la gente terminará como en Túnes, Egisto, Yemen…
-Ya quisieran jesos pobresitos, tenés los reconosimientos sosiales que tenemos aquí.
-Curro, pos si aquí l’únicos méritos van a sés pa los trepas, felpudos de los patronos, los demás, quedarán como jesa gente a los c’usté llama pobresitos.
-En toas la’mpresas, se motiva’r conseguís osjetivos, paisano. Es l’operatividá d’una produssión modesna.
-Pos, yo no quiero ni pensás en los desgrasiaos que tengan las facurtades menguás. Como jeso llegue aquí, ¡más avanses! entre comillas, vaya.
-Educasión, paisano. Pero mientras, ya sab’osté. Yo, con mi chicuela d’aguardiente…